Este viernes 26 de septiembre, a las 13:00 horas, el piloto suizo Yves Rossy hará historia convirtiéndose en el primer hombre que vuele sobre el Canal de la Mancha provisto tan solo de un reactor a propulsión adherido a su espalda. Esta hazaña, prevista inicialmente para el jueves, ha sido aplazada debido a las condiciones meteorológicas.
National Geographic Channel será testigo privilegiado de esta hazaña, que el canal de televisión tiene previsto emitir en directo para todos sus espectadores, no sólo desde su antena habitual, sino también, por vez primera en España, desde su página web, ofreciendo esta posibilidad a todo el público interesado.El aventurero suizo Yves Rossy pondrá en marcha este reactor casero lanzándose desde un avión e intentado cruzar los 37 kilómetros de este canal a una velocidad de 190 km/h en un tiempo record de 12 minutos.
National Geographic Channel y la web retransmitirán la aventura de Yves Rossy en su totalidad, desde el despegue en Calais, Francia, hasta el aterrizaje en Dover, Reino Unido, en un programa especial titulado "Jetman".
El programa realizará una amplia cobertura de esta cita histórica de la aviación, comenzando en Francia con las pruebas de seguridad, en las que es de vital importancia que las alas del autopropulsor funcionen perfectamente.
Rossy, que se denomina a sí mismo "Fushion Man", saltará desde un avión a más de tres kilómetros de altura y alcanzara velocidades de hasta 190 km/h, aproximadamente, utilizando un equipo de 55 kilos de peso, que incluye cuatro turbinas alimentadas por queroseno.
National Geographic Channel cubrirá el vuelo gracias a un equipo de cámaras estratégicamente instaladas en el avión, sobre un helicóptero que seguirá el recorrido y las colocadas sobre el propio autopropulsor. A través de ellas, el canal garantiza una espectacular cobertura aérea de todo el vuelo.
Las alas, fabricadas a partir de un componente ultraligero de carbono, no cuentan con ningún tipo de mecanismo ya que Rossy utilizará su cuerpo y cabeza para guiar los movimientos. Provisto de un casco especial y de un paracaídas, tendrá que ser lo suficientemente cauto para no sufrir ningún accidente con los cuatro reactores situados justo encima de su cabeza.
"Tengo una gran admiración por los pioneros de la aviación" declara Rossy. "Hay una gran belleza en las travesías de Blériot u Lindberg, por ejemplo. Ellos hicieron peligrar sus vidas para descubrir un camino nuevo, para ir donde nadie había estado."
De hecho, con esta travesía, Rossy quiere rendir homenaje al pionero de la aviación Louis Blériot, que realizó el mismo trayecto hace 99 años. Para conseguir su objetivo, Rossy tendrá que lidiar con numerosos peligros durante la travesía. El peso de las alas y su medida han de ser tratadas con extremada precisión, incluso la adaptación de las cámaras sobre las mismas ha de crear el menos impacto permitiendo al piloto permanecer en el aire.
Por otro lado, una parte fundamental del éxito del vuelo son las condiciones ambientales. Por ello, aunque la prueba está prevista para el miércoles 24, podría aplazarse si la estabilidad meteorológica no está garantizada. En ese caso, el intento se prorrogaría hasta el viernes 26.
Vuelos previos en túneles y en los Alpes suizos han ayudado a Yves Rossy a manejar las alas y a perfeccionar sus habilidades. Sólo durante la prueba se podrá decir si es capaz o no de cumplir su objetivo.
