Crítica 'Gran Reserva. El origen'

Como seguidor de Gran Reserva (prime time) me siento estafado. La serie semanal fue fantástica, tenía un ritmo trepidante y al finalizar cada capítulo se hacía eterna la espera para poder ver el siguiente siete días más tarde.

Gran Reserva, El Origen en un principio no defrauda. Es más lenta al tratarse de un serial diario, pero aún así tiene todos los ingredientes para engancharte en sólo diez minutos, sobre todo si has visto anteriormente GR. Los guiones y tramas están muy cuidados, al igual que la serie madre. Entonces, ¿cúal es el problema? ¿Por qué esta producción no destaca teniendo un elenco excepcional? Explicaré por qué me siento estafado.

En primer lugar, realizar una precuela de una serie que en su última temporada se estancó es una apuesta arriesgada. GR fue un referente, con datos que en muchas ocasiones superó el 25%. La dejaron en la recámara por el asunto de los recortes y, tras volver un año después, la gente pasó olímpicamente de verla. Me consta también que mucha gente no se enteró de que había comenzado porque ya no veían TVE. Y es normal, con la bajada de calidad que tuvo la cadena, sobre todo en 2012,la gente optó por otras ofertas. ¿Problema? Que si no ves La Uno, no ves las promociones de la serie. Esto también le ha pasado a Águila Roja.

Estoy convencido de que si El Origen hubiese comenzado justo el día después del final de Amar, habría enganchado a muchísimos seguidores de ésta última, ya que hubo un espacio de tiempo desde que finalizó Amar en La Uno hasta que comenzó en Antena 3.

Un diez para la serie, pero un cero a RTVE. Ahora, si las cosas son como siempre y la audiencia manda, los seguidores de esta saga nos quedaremos a medias en la historia de los padres y abuelos de Lucía, Miguel, Pablo, Emma...