El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraza podrá viajar a la capital iraquí para emprender una inspección ocular en el lugar en el que el 8 de abril de 2003 un proyectil procedente de un blindado norteamericano le causó la muerte mientras el cámara tomaba imágenes desde el hotel de la prensa de la toma de Bagdad.
El Ministerio de Exteriores iraquí no sólo le da permiso al juez de la Audiencia para que inicie su investigación en su territorio, sino que además ha confirmado que pondrá un magistrado iraquí a su disposición para que le acompañe durante sus pesquisas.Pedraz tiene previsto visitar el puente desde el que fue disparado el proyectil hacia el hotel Palestina, la habitación que alojaba a José Couso y desde la que tomaba las imágenes, así como su visita a las delegaciones de las televisiones Al Jazeera y Abu Dhabi, víctimas del mismo ataque norteamericano.
Aunque parezca mentira, esta autorización por parte del Gobierno iraquí era una de las condiciones que imponía la Fiscalía de la Audiencia Nacional para no poner en duda la legalidad y viabilidad de estas diligencias y que se oponía abiertamente al viaje. En lo que los propios familiares consideraron una muestra más de sumisión del Gobierno español a la Casa Blanca.
El fiscal, por tanto, deberá ahora tomar la decisión de incorporarse o no a la comisión judicial y viajar también a Irak acompañando al juez Pedraz. Tanto los abogados de la familia de José Couso como algunos periodistas testigos del accidente mortal también han sido autoizados a viajar también.
Esta es, por tanto, la última información de un caso, el de la muerte de José Couso, que se reabrió con la publicación de las filtraciones de Wikileaks en las que se daba a entender que el Gobierno español había dado carpetazo a la investigación a instancias de la Administración estadounidensa, tal y como publicó FormulaTV.com.
Tras esto, la familia del cámara decidió emprender acciones legales y denunciar a gobierno, jueces y fiscales, otra información publicada por FormulaTV.com y que ponía de manifiesto el desencanto y malestar de la familia Couso con el trato judicial que recibió la muerte del cámara de Telecinco.
