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Cada capítulo que pasa, estamos más cerca de averiguar de una vez por todas lo sucedido en la noche del fatídico incendio. Si bien aún tenemos temporada para rato, todo sigue a un ritmo frenético, y los chicos de Keating no tienen ni un respiro. Repasemos todo lo acaecido en el séptimo episodio de la tercera temporada de 'How to Get Away with Murder':
Madre e hijos
Lo primero que vemos es que la policía no se fía de Wes, y es interrogado para intentar esclarecer lo sucedido en el asesinato de Mahoney. El chaval miente, y dice que vio a su hijo en la zona. Pero no tiene un segundo que perder, puesto que se deberá integrar inmediatamente en el caso del momento.
Annalise y Soraya vuelven a encontrarse en las reuniones
Los alumnos son los encargados de defender a tres hermanos (una mujer y dos hombres), acusados de intentar envenenar a su madre con anticongelante. Claramente, todos odian a la progenitora, a la que definen como una manipuladora nata, y no les ayuda en el caso que el novio de la hija le enviara un mail hablando de un anticongelante.
Las cosas no remontan el vuelo al poner cara a cara a madre e hijos. Ella se hace la víctima, y ellos terminan estallando contra la persona que, durante tanto tiempo, los había estado torturando. Afortunadamente, Annalise y Laurel hacen que la madre acabe confesando, pues no le gustaba nada que sus hijos la ignoraran, y se envenenó a ella misma.
Los alumnos tendrán la oportunidad de decir todo lo que piensan de su profesora
Keating, que había tenido la ocasión de escuchar la conmovedora historia de Soraya Hargrove en Alcohólicos Anónimos, deberá soportar que sus alumnos favoritos se desahoguen con ella por todo lo que les ha hecho, tras hacerse público que el hijo de Mahoney tenía una coartada para el día del asesinato de su padre.
En otro orden de cosas, tras una cita que no acabó de salir bien, Oliver vuelve a tener un momento tórrido con Connor. Frank, que se encuentra acechando a todo el mundo, da la cara con Bonnie, pero ella no aguanta más tonterías y lo acaba echando del lugar. Ahora, el hombre va a por Laurel, que parece encontrarse realmente a gusto con Wes.
Keating será acusada de delitos realmente graves tras el incendio
En los flashforwards, dos semanas después, el futuro de Annalise pinta negro, pues la acusan de incendio provocado y asesinato en primer grado, gracias al chivatazo de una fuente anónima. Al final del capítulo, descubrimos que esa fuente era el mismísimo Wes, que quiere contárselo todo a la policía a cambio de inmunidad.
