CRÍTICA

Crítica de 'Narcos': Triunfal regreso con una tercera temporada que sobrevive a la ausencia de Pablo Escobar

El Cártel de Cali se presenta como el enemigo número uno tras la muerte de "El Patrón" en la segunda temporada.

Por Mario Ruiz El 2 de Septiembre 2017 | 09:30

Después de la muerte de Pablo Escobar, muchos creían que 'Narcos' habría acabado su ciclo con la caída del que se había erigido icono absoluto de la ficción de Netflix. Sin embargo, la plataforma de streaming decidió continuar con la historia sucedió tras el final de "El Patrón", tal y como lo hizo el tráfico de droga en el país sudamericano donde acontece todo, Colombia, trasladando su acción desde Medellín hasta Cali.

"Los cárteles se basan en la sucesión" es la potente frase con la que ya se nos anunciaba que esta entrega de la serie sobre el narcotráfico no pretendía ser menos que sus antecesoras. Donde antes había un capo ahora ocupan su lugar otros cuatro más para controlarlo todo desde el cártel más grande la historia. Con un estilo más sibilino que el ruidoso y sangriento método de Pablo se presentan Gilberto, Miguel, Pacho y Chepe, los nuevos "reyes de la coca" de Netflix.

Superando la pérdida de Escobar

Damián Alcázar es Gilberto Rodríguez en 'Narcos'

La tercera parte de la ficción tenía la difícil labor de sobreponerse a la pérdida de su personaje principal, interpretado brillantemente por Wagner Moura en las dos temporadas anteriores. Fiel a su estilo, la serie comienza con un tono pausado que no es más que la calma que precede a la tempestad, un pequeño respiro antes del vendaval de acción, traiciones y plomo. Porque sí, a pesar de ese carácter amable con que aparecen sus protagonistas en un principio, la ficción no carece de sus frenéticos y característicos tiroteos que la convirtieron en lo que es hoy en día.

'Narcos' sufre inevitablemente de la pérdida de un personaje tan carismático como era el de Pablo Escobar, sobre el cual recaía todo el peso dramático hasta su muerte en la serie. No obstante, esta tercera entrega de la serie suple con acierto al distribuir responsabilidad entre los cuatro cabecillas del negocio de Cali, aunque nos obligará a disfrutar de 'Narcos' de una forma distinta a la que lo hemos hecho hasta ahora.

Pacho Herrera, la gran sorpresa

Alberto Ammann es Pacho Herrera en 'Narcos'

Aún así, no todos los protagonistas se encuentran al mismo nivel, pues el reparto de poderes no significa equilibrio en este sentido. Damián Alcázar es el encargado de dar vida a Gilberto Rodríguez, que ejerce de líder principal del cártel. Aunque sobre el papel prometía ser el gran "Padrino" por su estatus en la organización, lo cierto es que su personaje decepciona y no cumple con ese rol tan importante que se le presumía, hasta el punto de ser eclipsado en detrimento de secundarios con mucho más trasfondo y motivación.

Es el caso de su hermano Miguel, segundo de abordo en esta temporada, e interpretado por Francisco Denis. El capo colombiano aparece como una versión más profunda e inteligente de Gilberto, que crece en la medida en que vemos desinflarse a su partner de negocio, tras un comienzo titubeante. Su lado sombrío, silencioso y calculador es de los más atractivo que encontraremos en este atípico cuarteto, muy diferente a la violencia sin control de los altos cargos de las entregas anteriores. Miguel prefiere moverse de una forma distinta, aunque cuando golpea recuerda a la versión más terrorífica de Escobar.

Pero la gran sorpresa de esta tercera temporada de 'Narcos' nos la reserva Alberto Ammann y su personaje, Pacho Herrera. Su condición homosexual le convierte en un "rara avis" en el terreno del narcotráfico, donde ha sabido hacerse un hueco y ganarse el respeto, lo que abrirá en él un debate interno que descubre sus múltiples e interesantes aristas. Por último, un Chepe que también aporta su peculiar toque a la cúpula de Cali, y que quizás es lo más parecido al perfil Medellín de los primeros narcos de la ficción.

Fiel a su espíritu a pesar del cambio

Jorge Salcedo en 'Narcos'

Podemos asegurar que el espíritu que hizo grande a 'Narcos' sigue impregnado con su aroma a esta nueva tanda de episodios. La escasa complejidad de su guion sigue siendo una de sus carencias, al igual que sucedía en las otras temporadas, aunque quedan rápidamente solventados por la frenética acción de la que sigue haciendo la serie.

La peculiaridad de esta temporada es la apertura de un arco emocional en muchos de sus personajes, que los dota de un mayor trasfondo. Ahí es donde destaca la figura de Jorge Salcedo, jefe de seguridad del cártel de Cali, y con uno de los dilemas más atractivos de la ficción. Víctima de la espiral de violencia que rodea su trabajo, estará en una encrucijada donde su familia juega un papel crucial.

En definitiva, 'Narcos' sigue siendo 'Narcos', aún sin Escobar a la cabeza. La serie de Netflix se confirma así como una de las ficciones más intensas y divertidas de la actualidad, un escalón que algunos temían que perdiera, pero al que todavía se agarra, manteniéndose en el Olimpo por su calidad de las mejores series contemporáneas.