La noche de los robos en 'MCCelebrity' destapa a los concursantes y provoca a la niña de Shrek de Silvia Abril

'MasterChef Celebrity 2' tiene cada vez más cerca la final y con ello ha llegado una de las pruebas míticas del formato, la del robo de ingredientes: de 12 ingredientes un compañero quita a otro 6 de los que puede utilizar. Llegados a ese punto, la competición está por todo lo alto y permite ver las estrategias de los aspirantes.

Y así ha parecido suceder ya que las sorpresas sobre quién tenía más "maldad" a la hora de dejar a su compañero con menos productos esenciales no se han hecho esperar. Quienes más competición han demostrado fueron Patricia Montero y José Corbacho. De hecho, a la actriz se lo recordaban constantemente con bromas y chascarrillos. Bibiana Fernández, por ejemplo, comentaba al respecto que "libramé de las aguas mansas, que de las bravas ya me libro yo".

Que ambos no tuvieran piedad a la hora de elegir, especialmente la concursante, no fue algo al azar: "soy cañera. Este aspecto angelical nada tiene que ver con la verdadera Patricia". En el ranking, el tercero en discordia con el "mayor robo" fue Saúl Craviotto. Tras Edu Soto frenarse, los jueces con sus palabras pusieron nervioso al concursante y tuvo más iniciativa a la hora de dejar al otro sin lo esencial. Tras su cata, y antes de llevarse el premio al mejor plato de la prueba, continuaron las "pullitas". Anabel Alonso bromeaba tras los halagos que "no eres tan buena persona, pero emplatas bien".

La aparición de la niña de Shrek

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-- MasterChef (@MasterChef_es) 31 de octubre de 2017

A petición del jurado, y tras su peculiar e infantil plato, como calificaron a su presentación, Silvia Abril dio la bienvenida en las cocinas a uno de sus personajes por excelencia, la niña de Shrek. Allí desplegó todo su humor y comenzó a hacer de las suyas: colocarse las gafas, ponerse nerviosa, hacer el cangrejo...lo que fuera necesario en ese momento. Lo mantuvo, de hecho, hasta en los totales donde comentaba al equipo con su gracia habitual que el pulpo no le había salido y les preguntaba si les olía el sudor como ella por los nervios.