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Siete semanas después de que comenzara la séptima edición de 'MasterChef', el programa recuperó a los seis concursantes eliminados hasta entonces, con el fin de vivir la conocida repesca. Los exconcursantes compitieron por volver al talent show culinario de Televisión Española durante la prueba grupal, que tuvo lugar en Pedraza (Segovia), pueblo natal de Samantha Vallejo-Nágera, tras lo cual Carmen fue la elegida para volver al talent como concursante de pleno derecho, apenas una semana después de ser eliminada.
Laly, Osiris y Carmen en 'MasterChef 7'
"Fue un mal sabor de boca. Y poder arreglarlo tan pronto, es increíble", reconoció Carmen, después de que su plato fuera escogido por el jurado como el mejor entre sus excompañeros. La aspirante admitió que "deseaba profundamente" volver al programa, en el que empezó con buen pie: fue la única concursante que no se llevó el delantal negro, dada su reciente incoporación. "Tengo la oportunidad de aprender más y estoy contenta", declaró Carmen al volver al plató de 'MasterChef'.
Una prueba decepcionante
Aunque Carmen se ganó las alabanzas del jurado con sus albóndigas, no ocurrió los mismo con los dos equipos de aspirantes de 'MasterChef'. Los errores y el descontrol a la hora de organizarse acabaron generando platos que fueron degradando en sabor y calidad, como señalaron los jueces, hasta el punto que ninguno de los dos grupos fue capaz de sacar sus respectivos postres a tiempo. Por ello, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz optaron por otorgar los temidos delantales negros a todos los concursantes, lo que dejó sola a Carmen como espectadora durante la prueba eliminatoria.
