Eduardo Rosa, al desnudo en Rísbel: "Es importante que no se me quiera en un proyecto por el físico"

'Presunto culpable', 'La casa de las flores', 'El regreso de la espía' o 'MasterChef Celebrity' son algunos de los proyectos más famosos de Eduardo Rosa, un joven actor que a sus 30 años vive una etapa profesional boyante. En una entrevista concedida a la revista Rísbel, el intérprete se sincera y comparte su experiencia y percepción que tiene del mundo del cine.

Al más puro estilo de Marlon Brando en "Un tranvía llamado deseo", Rosa posa semidesnudo ante la cámara de Valero Rioja y sus asistentes Pedro Melo y Andrés Maizo. Confiesa que desde que inició su andadura en la industria del cine siempre le han relacionado con él, sobre todo por su aspecto físico. Sin embargo, confiesa que él quiso ser actor por Antonio Banderas: "Esa sensación de decir 'no tengo nada pero lo voy a intentar', esa fuerza interior, me la dio él".

Siguiendo con el físico, el intérprete reconoce la presión que siente por ello y la importancia que tiene en su profesión. "Para mí es muy importante que no se me quiera en el proyecto en el que esté solo por el físico, sino porque hay un actor detrás que emociona", admite. Al fin y al cabo, el cuerpo es un instrumento más que ayuda a los actores a desarrollar su interpretación, pero para Rosa no es el eje fundamental sobre el que gira su trabajo.

Asimismo, también ha querido reconocer la dureza de esta industria por los altibajos tan pronunciados que tiene: "Es que es un oficio donde no siempre estás trabajando, y cuando vuelve a llegar la oportunidad, lógicamente te pones nervioso. No es una profesión donde te puedas relajar". Además, ha manifestado de la incertidumbre que supone terminar un proyecto y no saber si te van a volver a llamar: "Cuando no puedes trabajar. Eso es una putada. La inestabilidad. La precariedad en esta industria es un problema. No saber si vas a volver a trabajar, si te van a volver a llamar".

Sus inicios en el mundo del cine

En esta entrevista y sesión de fotos, producida por Mateo Carrasco y con Alejandra Saucedo como asistente de estilismo, ha hablado de que su pasión por la interpretación no le viene desde pequeño, ya que Eduardo Rosa soñaba con ser futbolista profesional. Sin embargo, a raíz de un ejercicio de expresión corporal que le mandaron hacer en Educación Física, comenzó a entusiasmarse por el cine. Decidió dejar el deporte e inició su andadura, aunque por la insistencia de sus padres en que estudiara algo más empezó la carrera de Turismo.

"Mis padres no entendían nada. Sintieron mucho vértigo, mucha incertidumbre", confiesa el madrileño. Sin embargo, admite que ese miedo se empezó a disipar cuando le seleccionaron para su primer casting y vieron que iba a cobrar 600€ por un día de trabajo. Sucesivamente, fue obteniendo más papeles cada vez más importantes hasta llegar al punto al que ha llegado.