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La Gala 5 de 'Supervivientes 2020' resultó inaudita por todo lo que rodea al estado de alarma en el que nos tiene sumidos el coronavirus. El plató sin público, los colaboradores separados hasta el punto de ocupar las gradas de la audiencia, Jorge Javier Vázquez sin maquillaje ni peluquería, el expulsado Alejandro Reyes no fue entrevistado y el programa finalizó antes de la una de la madrugada.
En los Cayos Cochinos, Hugo Sierra e Ivana Icardi pusieron rumbo a Playa Desvalida tras la salvación de Cristian Suescun y su relación comienza a convencer a muchos, tal y como argumenta Alejandra Castelló. Una vez allí, el televoto se reabrió y se saldó con la expulsión de Vicky Larraz, una decisión del público cuanto menos sorprendente.
Sin embargo, la gala finalizó sin ofrecer uno de los ingredientes más esperados por el público. Rocío Carrasco desoyó la llamada de auxilio de su hija Rocío Flores y no envió el esperado mensaje que la joven pidió tras conocer la gravedad a la que ha llegado la crisis del coronavirus en nuestro país. Tampoco Lara Álvarez consiguió trasladárselo, a pesar de haberse comprometido personalmente con la concursante. ¿Por qué? ¿Tan irreversible es la situación entre madre e hija?
