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Tuvimos que esperar prácticamente un año a que Greendale volviese a abrir sus puertas pero Yahoo! ha querido compensar nuestra paciencia estrenando dos episodios de 'Community' en lugar de uno. Como comentamos hace unos días, Dan Harmon aprovechó "Ladders", el estreno de la sexta temporada, para mostrarnos el nuevo camino de la serie (nuevos personajes, sus nuevas dinámicas...), y, de paso, entonó una especie de 'mea culpa'. "Lawnmower Maintenance and Postnatal Care", en contraposición, es un episodio bastante más 'normal' (dentro de los parámetros de la serie, claro) que intenta humanizar a Britta explicando por qué es como es.
Los padres de ella
Irónicamente, de todos los protagonistas de 'Community', Britta es quizás el que menos ha cambiado respecto al piloto y eso, a veces, le ha jugado en contra. Salvo en alguna época muy concreta, el personaje interpretado por Gillian Jacobs siempre se ha caracterizado por ser inconstante, ultrafeminista, antisistema, bastante inconsciente, defensora de causas perdidas y, sobre todo, y aunque parezca contradictorio, tremendamente egoísta. Sabíamos, además, que su activismo rebelde tenía mucho de fachada, no olvidemos que dejó el instituto para unirse a un grupo anarquista con el único objetivo de llamar la atención de Radiohead, pero no quedaba claro de dónde le venía su enfado permanente con el mundo. Al final, todo era culpa de los padres. Evidentemente.
Deb (Lesley Ann Warren) y George (Martin Mull), esa pareja que ahora nos parece tan adorable, eran unos padres espantosos. ¿Decirle a su hija que su gato se había ido porque había probado el alcohol? ¿Hacerle un test de drogas con once años porque se reía demasiado? Dadas las circunstancias, Britta es incluso demasiado normal. Por eso sus padres se ocupan de su hija en la distancia; ellos crearon al monstruo y ellos se encargan de él pagando sus deudas y comprándole cosas.
De todas maneras, y aún teniendo toda la razón, esperemos que Britta se trague su orgullo y mejore la relación con sus padres para poder volver a ver a Deb y George en algún episodio más adelante. No debe ser fácil saber que llevas tiempo viviendo una mentira pero a favor tenemos que, salvo cataclismo, ni a corto ni a medio plazo Britta va a ser capaz de valerse por sí misma (y si sigue quemando bocadillos dejará a Shirley sin negocio), por lo que va seguir dependiendo de su ayuda para subsistir durante muchísimos años más.
Vidas de mentira
La última locura del decano Pelton (el despilfarro de 5.000 dólares de la universidad en un sistema de realidad virtual tan absurdo como obsoleto) cumple tres funciones básicas: por un lado, explotar el humor físico del decano, algo que siempre se agradece; por el otro sirve para que Frankie, el nuevo personaje incorporado al grupo en "Ladders", cumpla con el trabajo para el que se la contrató que no es otro que controlar el normal funcionamiento de la universidad; y por último, el más evidente, es la puerta de entrada de Elroy Patashnik (Keith David), un personaje con muchísimo potencial que, a priori, parece que viene a suplir la salida de Jonathan Banks.
Su proto-Oculus Rift no sólo da pie a la crítica de este tipo de sistemas de realidad virtual sino que finalmente se convierte en una burla demoledora del uso (y abuso) que se hizo de ellos en el cine de los noventa. ¿De verdad pensaban que eso era práctico? Porque lo de la adaptación de 'El cortador de césped' tiene delito, mucho, pero la escena de 'Acoso' con Michael Douglas trasteando en archivos virtuales es, sin exagerar, una de las más ridículas de la historia del cine. Y no es por el nivel de sus gráficos (o no sólo por eso) sino por su uso. Como en el sistema de Patashnik, igual.
Gremlins portugueses
En otro orden de cosas, todavía es pronto para saber si es casualidad o a partir de ahora será la norma pero es curioso que tanto "Ladders" como "Lawnmower Maintenance and Postnatal Care" acaben con tráilers falsos. Primero fue 'The Butcher and the Baker', el supuesto spin-off de Shirley, y ahora 'Joelho-Alto Prejuicio Moral', una versión lusa muy loca de los 'Gremlins', con tantos cambios para no pagar derechos que ya ni se parece a la original (aspecto, normas... ) y que acaba siendo en una metáfora nada menos que de la Segunda Guerra Mundial (azules buenos, verdes manos y rojos aislacionistas). Ojalá ésta no sea la última parodia y sigan con estas marcianadas hasta final de temporada.
