TEMPORADA 1 CAPÍTULO 3

'Stranger Things' 1x03: "Chapter Three: Holly, Jolly"

Analizamos la tercera entrega de la serie de culto del momento. Eleven sigue siendo un enigma para los chicos, aunque no tanto para nosotros.

Por Cèlia Gallego El 6 de Septiembre 2016 | 08:10

Después de dos episodios de 'Stranger Things', los misterios se nos siguen acumulando. Es cierto que empezamos a tener algo más de información pero seguimos sin saber dónde está Will y quién (o qué) le raptó, aunque gracias a Barb empezamos a hacernos una idea de dónde podría estar el pequeño. Además, Eleven sigue siendo un gran enigma incluso ahora que conocemos más cosas sobre su pasado.

Primer vistazo al universo paralelo

Como decía, gracias a la pobre Barb vemos qué pasa con las personas que el monstruo atrapa. Tras su repentina desaparición en el pasado episodio, la vemos despertar en una especie de universo paralelo que recuerda irremediablemente al de 'Silent Hill', el film de terror adaptación del videojuego homónimo. Eso sí, diría que ese otro universo que se encuentran las protagonistas del film (al menos de primeras) no era ni tan oscuro ni tan tenebroso como el que se encuentra Barb, claro que tampoco vemos demasiado ya que, por desgracia, el monstruo acaba pronto con ella.

Barb de 'Stranger Things'

Esta escena, ya de por sí impactante para empezar un episodio, lo es aún más debido al montaje en paralelo con la escena de sexo entre Nancy y Steve. Y no sólo por el contraste, que también. Intercalar imágenes de Barb luchando por su vida con otras de la pareja moviéndose al ritmo de "Waiting For a Girl Like You" de Foreigner, una balada azucarada que es casi un standard de este tipo de secuencias, es de una mala leche colosal. Barb no sólo se ve arrastrada por su mejor amiga a una fiesta en la que claramente sobra sino que ¿muere? literalmente por no ser "guay".

El lenguaje de las luces

El otro momento clave del episodio es cuando Joyce descubre la manera en la que puede comunicarse con su hijo Will. La secuencia de las luces de Navidad, todo un clásico instantáneo, es mágica y maravillosa por múltiples razones y como icono seguramente sobrevivirá a la serie. Es una idea tan simple como efectiva (señal+signo) y apuesto a que muchos estarán pensando de cara a las próximas Navidades en abandonar las mangueras LED que tan de moda están por estos lares y volver a las bombillitas de colores.

El lenguaje de las luces de 'Stranger Things'

Pero tras la imagen, no debemos olvidar que se encuentra la obsesión de Joyce por encontrar a su hijo. La misma obsesión enfermiza que cegaba al personaje de Richard Dreyfuss en 'Encuentros en la Tercera Fase' tras su primer contacto con los extraterrestres y que provoca que su familia le tema y acabe huyendo. En el caso de Joyce, Jonathan no huye pero poco le falta porque cualquiera que la escuchase diría que se ha vuelto majareta. Por cierto, la actuación (o sobreactuación) de Winona Ryder está dando muchísimo que hablar y seguramente no nos pondremos de acuerdo pero yo me pongo en la piel de su personaje y creo que no sólo hablaría con luces de Navidad sino que le cantaría al potus y le bailaría a los geranios.

Retales del pasado de Eleven

En general, Eleven es el personaje que más juego está dando simplemente por ser un "pez fuera del agua". Todo es fascinante, incluso cuando se aburre y decide entretenerse haciendo levitar el Halcón Milenario de Dustin como si fuese Luke Skywalker intentando sacar con la ayuda de la Fuerza su caza del pantano durante su entrenamiento con Yoda en Dagobah (aunque la escena se parece más a una de la comedia 'Movida en la universidad' en la que un jovencísimo Scott Baio hacía levitar una extraña maqueta mezcla de Halcón Milenario y USS Enterprise). Pero la tele, o mejor dicho, el product placement estropea la diversión.

Si Eleven no hubiera encendido el televisor o no hubiera cambiado de canal justo en el momento en el que se emitía un anuncio de Coca-Cola no habría empezado a revivir unos momentos tan dolorosos de su pasado, y al menos habría descubierto la grandeza de He-Man y 'Masters del Universo', pero los espectadores entenderíamos un poco menos lo que le pasa. Todavía es difícil hacerse una composición de lugar pero empezamos a saber qué hacía en el Laboratorio Nacional (o "La Ciudad Esmeralda" como la llama el jefe Hopper en referencia a la capital de Oz) y por qué huyó despavorida de allí.

Comparativa de 'Stranger Things' y 'Ojos de fuego'

Ahora hemos confirmado que el doctor Brenner es su padre pero que eso no le impidió tratarla como una rata de laboratorio. Toda esta parte es un homenaje a 'Carrie' pero también a 'Ojos de fuego', un film de 1984 con Drew Barrymore como protagonista que interpretaba a una niña con poderes piroquinéticos heredados de sus padres que los obtuvieron tras ser objeto de unos experimentos de una agencia gubernamental secreta (por cierto, casualmente el poder provocaba a su padre hemorragias nasales y auriculares).

Homenajes

Además de los homenajes mencionados, se hace referencia a muchos otros films, entre ellos 'Poltergeist', que es casi omnipresente en toda la trama de Joyce. También es clara la referencia a 'It' de Stephen King, sobre todo en la secuencia en la que Mike, Lucas y Dustin retoman la "Operación Bosque Negro" y hacen inventario del equipo recolectado por Dustin, que básicamente son chucherías, y el de Lucas, que incluye material proveniente de la guerra de Vietnam y un tirachinas, como el "Bullseye" que utilizaba Bev, la única chica de "los perdedores" para atacar a "Eso".

Lucas de 'Stranger Things'

Lo bueno es que, más allá de los guiños y las referencias y si se conocen o no, la historia sigue avanzando, aunque tal vez no al ritmo que querríamos. Queremos saber más y a estas alturas necesitamos que los grupos unan sus fuerzas cuanto antes e intercambien información. Todo parece indicar que así será pero eso lo veremos en el próximo episodio.