CITA DESASTROSA

Adolfo ('First Dates') abandona a su cita tras compararla con Patricia Conde: "Ha sido súper desagradable"

El comensal, que repite en el programa, se retiró después de una cena tensa con su cita, Laia

Por Beatriz Prieto El 4 de Octubre 2017 | 18:14

En más de un año de trayectoria, se han visto muchas cosas en 'First Dates'. El martes 3 de octubre quizás se vivió la que podría ser calificada como la cita más catastrófica de la trayectoria del programa. Adolfo, anterior comensal en 'First Dates', decidió repetir para probar de nuevo suerte en el amor. Sin embargo, en esta ocasión se topó con una traba importante: su cita, Laia.

Adolfo se despide de Laia ante la atenta mirada de las camareras en 'First Dates'.

"Adolfo y Laia han cenado juntos, porque lo suyo no se puede considerar una cita. Han compartido mesa, y nada más" afirmaba la voz de First Dates. Justo después, la cita, ya insalvable, pegó un bajón hasta estrellarse. El desencadenante: una pregunta de Laia, aparentemente inocente, sobre cómo le gustaban las mujeres. Adolfo se mostró sincero y admitió que le gustaban "tipo Patricia Conde", un detalle que a Laia no le gustó en absoluto y que pareció desatarla.

"Cojo y me piro, tío. O te vas tú. Yo me acabo la cena tranquilamente", afirmó Laia, indignada, después de varias muestras de desprecio hacia Adolfo. Él, tratando de tomárselo con buen humor y con calma, accedió a retirarse. El comensal alegó "no sentirse a gusto" y que "no estaba allí para perder el tiempo". Tras llamar a las camareras, Adolfo anunció su abandono, indignado ante las faltas de respeto de Laia.

Una vez separados, Adolfo se mostró más indignado por lo ocurrido, sobre todo ante la actitud de Laia que, bajo su punto de vista, fue "súper desagradable". Laia, por su parte, se quedó a terminar la cena y habló con Lidia, una de las camareras, sobre lo que había ocurrido. "No estabais receptivos ninguno de los dos", observó Lidia. "Ni de coña", coincidió Laia, contundente.

Una cita que fue mal desde el minuto uno

Hay citas que no empiezan con buen pie, y la de Laia y Adolfo fue un claro ejemplo. En cuanto Carlos Sobera se retiró tras las presentaciones, Laia se sentó para iniciar una conversación con una reprimenda: las faltas de ortografía de Adolfo en la nota que él había escrito antes del encuentro. Un punto de inicio que ya podía anunciar la catástrofe: mientras que él intentó restarle importancia con humor, para Laia parecía ser un error imperdonable.