CRÍTICA

Crítica de 'Snatch': Un robo "de película" americana donde todo queda en familia

La serie que llega a Orange Series adapta la película homónima y narra la historia de un grupo que se hace con un botín de lingotes de oro y quiere vivir con el dinero cuanto antes.

Por Mary Pastor El 23 de Mayo 2018 | 14:00

'Snatch' llega a España de la mano de Orange Series el miércoles 23 de mayo en prime time, emitida ya por Crackle en Estados Unidos. Más allá del argumento inicial de la película homónima, se basa en un atraco real en la capital de Reino Unido donde se cuenta la historia de un grupo que sueña con ser algo más y que, tras sufrir un duro golpe económico propiciado por malas decisiones y apuestas en el ámbito del boxeo, se topa con la solución.

Luke Pasqualino y Lucien Laviscount en una escena de 'Snatch' (Matt Squire-Crackle)

Tras un chivatazo inesperado, los protagonistas de 'Snatch' se toparán con una furgoneta repleta de lingotes de oro y comenzará una carrera contrarreloj para salir victoriosos, deshacerse de ellos y quedarse con el mayor dinero posible por el camino. Como buena historia de gangsters, aquí entran en acción mafias, una policía más implicada de lo que debería y un submundo de lujos y desfases.

La serie se compone de diez capítulos en su primera temporada y, como ya se ha anunciado, se encuentra inmersa en la producción de una segunda tanda. En FormulaTV hemos podido visionar el capítulo inicial y analizamos, sin spoilers de las tramas, cuáles son sus principales bazas.

Adaptación de la película "Snatch"

La historia de 'Snatch' está basada en la que se narró allá por el año 2000, escrita por Guy Ritchie y protagonizada, entre otros, por Brad Pitt, Jason Statham y Benicio del Toro. Aunque esto pueda jugar en contra, por tener un referente y unas determinadas expectativas, lo cierto es que el medio en el que se realizan las diferencian y las historias se separan en cuanto se van estableciendo relaciones entre los personajes.

Phoebe Dynevor en una escena de 'Snatch' (Matt Squire-Crackle)

En la serie aparecen personajes femeninos con gran fuerza y peso, como Lotti (Phoebe Dynevor) o Lily (Juliet Aubrey), que aportan más perspectiva y diferencia de caracteres. Aunque haya más tiempo para desarrollar las historias, en los minutos que duran los capítulos suceden suficientes acontecimientos como para mantener el ritmo y enganchar al espectador.

Un grupo peculiar

En una serie o producción coral como es esta lo más importante pasa a ser el elenco, que llegue a crear un grupo compacto y que se llegue a empatizar con ellos en alguna u otra medida. En 'Snatch' se cumple eso, todos encajan con todos a pesar de lo diferentes que llegan a ser. Luke Pasqualino, Lucien Laviscount, Rupert Grint y Phoebe Dynevor compactan bien. Por ser más precisos, es el personaje del tercero, Charlie Cavendish, el que más sensaciones va a despertar. Esto vendrá dado por sus peculiaridades, su estilo, sus reacciones y ser el que menos tiene a favor en este universo del robo.

Rupert Grint en una escena de 'Snatch' (Matt Squire-Crackle)

Se empatiza bien con ellos, con ese bando perdedor y amenazado que, aunque son de esos "malos de la película", sus delitos pasan desapercibidos, solo se quiere que triunfen. No se cumple el "quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón", no al menos para quien sufre el robo. Aquí no hay tanto un mal generado por asesinatos, sino que es un juego de poder, de posesión de dinero y de dominar el sector al que se dediquen. El mundo del boxeo y de la noche son un buen complemento para esto, aportan esa violencia tan característica del género sin sobrepasarse, y el malo creado por Ed Westwick es ejemplo de esta vanidad del submundo de lo económico, de la avaricia.

Una estética cuidada al estilo "película de Hollywood"

'Snatch' sigue la actual tendencia en ficción de imágenes realistas, coloristas y un cuidado conjunto. Los espectadores están ya cerca de acostumbrarse a que los capítulos sean como películas, y también a exigirlo, y en la serie que emite Orange Series se cumple. Cierto es que la historia puede jugar a favor con gangsters y demás asuntos criminales como eje central, pero no decepciona esa espectacularidad.

Este aspecto es lo que más diferencia al producto del cine al de la televisión; cierto es que han pasado 17 años entre uno y otro, pero si se visionan conjuntos, aún compartiendo parte de la historia, se marca una distinción. Esto apoya el hecho de que la ficción no tiene un tono demasiado oscuro, muy policíaco, es más como una película de este género de Hollywood, al estilo "Ocean's Eleven" y similares, dar el mayor golpe posible y huir lo más lejos a quemarlo sin consecuencias.