OPINIÓN

Crítica de 'Pose': Una ficción necesaria que trata de concienciar y que muestra el sello de Ryan Murphy

Ryan Murphy hará que el espectador se sumerja dentro de la subcultura de los ballrooms.

Por Laura Ortiz El 3 de Junio 2018 | 13:45

'Pose' es la última puesta de largo de Ryan Murphy, en lo que a colaboraciones se refiere con FX, antes de sumergirse al universo Netflix. La ficción, que llega a España el lunes 4 de junio de la mano de HBO, se encarga de explorar la yuxtaposición de diversos elementos de la vida y la sociedad en la Nueva York de los ochenta. Es aquí donde veremos ese amanecer de la era de Donald Trump, su universo de lujo y la escena social y literaria en el corazón de la ciudad.

Desde ese punto de partida, Murphy vuelve a hacerlo, vuelve a apostar por esas "acciones" que tanto le caracterizan: dar voz a las minorías. 'Pose' va a pasar a la historia de la televisión por ser la ficción que cuenta con un gran número de actores transexuales en su elenco protagonista. Además de eso, la magistral forma en la que se aborda la crisis del VIH y el SIDA de aquella época (aportando con ello una lección de concienciación necesaria en nuestra televisión), así como el mundo del consumo de drogas y la normalización de la prostitución, constituyen algunos de los aspectos claves por los que en debería llevarse al menos un galardón en la próxima temporada de premios televisivos.

Una historia que gira alrededor de la cultura ballroom

Elektra en 'Pose'

Ryan Murphy ha querido sumergirse en los orígenes de la cultura ballroom, un ritual urbano que tan solo tenía trascendencia en el barrio de Harlem, en Nueva York. Se trataba de unas fiestas de lo más llamativas y excéntricas que se convirtieron en competiciones de bailes, en las que la danza y el glamour eran las principales claves. Es aquí donde comienza la historia de 'Pose'. En este espacio en el que las protagonistas de la historia se reúnen para mostrarse tal y como son, para celebrar abiertamente la diversidad.

Una historia de concienciación

Murphy, como ya lo hiciera en 'American Horror Story: Versace', ha vuelto a darle a los espectadores una historia con la que realmente concienciar a la sociedad. En esta ocasión, las dificultades de la comunidad transexual a la hora de buscar un hueco en el mundo laboral, así como la propia aceptación dentro de la comunidad homosexual, que tanto caracterizó la década de los ochenta. Por otra parte, Murphy ha querido mostrar el mundo de la prostitución desde una perspectiva muy abierta y normalizada, algo que quizá no casa con el discurso de aquellos años. Sin embargo, lo importante de la historia en la concienciación entorno al VIH y al SIDA, y el discurso del "yo decido el dónde, el cuándo y el con quién" se hacen protagonistas de una historia en la que a priori el sexo pasa a un segundo plano.

Muchos personajes con historias potentes

'Pose'

Conoceremos la historia de Blanca, interpretada por MJ Rodríguez, a quien le acaban de dar una noticia que hará que su vida de un giro de 180 grados. Presa del pánico, romperá con las normas, y marcará su propio futuro lejos de Elektra (Dominique Jackson), la persona que parece establecer las leyes dentro de la subcultura ballroom. Luchará por hacerse un hueco en la sociedad, por concienciar a los que le rodean para que no cometan los errores por los que ella pasó. Y es aquí donde juega un papel importante el personaje de Ryan Jamaal Swain, Damon, un joven que quiere ser bailarín pero al que sus padres echan de casa por no acogerse a las normas de Dios. ¿El Billy Elliot del Bronx?

¿La prolongación de 'American Horror Story'?

Evan Peters en 'Pose'

Las comparaciones son odiosas, es cierto, pero no podemos negar que 'Pose' bebe, y mucho, de 'American Horror Story'. Hay escenas que parecen una prolongación de la quinta temporada de la serie. Y gran parte de culpa la tiene Evan Peters. Sí, su interpretación es digna de admirar, y digna de un sinfín de premios, eso está claro. Sin embargo, en esta ocasión, parece que Murphy lo tiene encasillado en el papel que mejor se le da hacer y es difícil que lo diferenciemos de otros de los personajes a los que ha dado vida en otras de las ficciones del productor.

Una estética muy cuidada

¡Cómo se nota que Ryan Murphy está detrás de la serie! La estética de la imagen, los planos tan cuidados, que hacen que en cuestión de segundos se queden en nuestras retinas y logran captar nuestra atención. A esto hay que añadirle el hilo musical que nos acompañará durante la hora que duran los episodios y que hará que realmente nos traslademos a aquellos años. Sin duda, lo mejor de la ficción.