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Crítica de 'Paquita Salas': La joya milenial se consagra y cierra su 2ª temporada con un final apoteósico

La serie, creada y dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi, estrena su segunda temporada el 29 de junio en la plataforma Netflix.

Por Héctor Alabadí El 28 de Junio 2018 | 10:00

"Tú de 'Acacias' para arriba". Y vaya si ha ido para arriba. Lo que comenzó siendo una pequeña webserie low cost de una modesta plataforma nacional, ha logrado alcanzar la cima internacional. De contar con un público reducido en Flooxer a estrenar su segunda temporada simultáneamente en más de 190 a través de la plataforma de entretenimiento por Internet líder en el mundo, Netflix. 'Paquita Salas' se ha convertido en un auténtico fenómeno viral que ha cautivado a los espectadores con su carisma, sus guiños y referencias a la cultura pop y su mordaz crítica a la farándula patria.

Tras el éxito del musical y la película de "La llamada", Javier Calvo y Javier Ambrossi han demostrado que lo suyo no es suerte. Los creadores y guionistas de 'Paquita Salas' han sabido conectar con el público millennial, hablando su lenguaje, manejando sus referencias y convirtiendo el producto en carne de meme. Porque Paquita no es solo una serie, es una máquina de generar contenido, gifs y frases que hemos incorporado a nuestro día a día. "Pues ese es su secreto".

El flechazo de la farándula española

A su favor tienen haber encontrado un target muy concreto, un nicho formado en gran medida por personas vinculadas en mayor o menor medida al show business. Esto ha propiciado que la prensa especializada nos rindamos a sus pies al sentirnos totalmente identificados con el ecosistema que ahí se representa, con las pullitas que va lanzando, los personajes de los que habla o las anécdotas propias del oficio. Sí, esta ha sido una de las grandes bazas de la serie para lograr esa viralidad. Pero Paquita es mucho más.

Más allá de las referencias propias del sector audiovisual, Paquita habla un lenguaje universal. La serie, rodada como un falso documental, narra la decadencia de una mujer que vivió las mieles del éxito y que ha acabado convirtiéndose en una fracasada. Un drama revestido de comedia que ahora cruza nuestras fronteras, teniendo que conectar con espectadores de todo el mundo que desconocen qué es 'El secreto de Puente Viejo' o quién es Ana Obregón. Bueno, igual a Anita sí, que salió 'El equipo A' y es una de nuestras actrices con más proyectos internacionales. ¿Logrará enganchar en otros países?

De momento, se ha marcado una brillante campaña promocional. En Netflix son especialistas en generar contenidos virales, tanto por su rebeldía y riesgo como por sus parodias adaptadas a cada uno de sus mercados. Pero si unimos su capacidad para ser noticia con el fenómeno Paquita Salas, el éxito está asegurado. Ya lo dice ella: "Júntate a mi lado y habrá éxito". Como si de una temporada extra se tratase, son incontables las piezas promocionales con las que han ido cebándonos al lo largo de los últimos meses. Desde las aventuras de la representante en las instalaciones de Netflix, las anécdotas por las calles de Los Angeles, su surrealista encuentro con los niños de 'Stranger Things' o el "crossover" con 'Médico de familia'. La campaña ha sido redonda.

Las claves de la segunda temporada

La segunda temporada de 'Paquita Salas', producida por Enrique López Lavigne (Apaches), arranca con la crisis económica de PS Management. La agencia de representación de actores ha perdido a sus dos estrellas, Macarena García y Mariona Terés. Paquita vive su peor momento, no logra colocar a sus representadas salvo en algún 'Pasapalabra' o como figuración especial. Tras numerosos sucesos, el personaje inicia un descenso a los infiernos para encontrarse consigo misma y buscar la raíz de sus problemas.

Este es el planteamiento de esta nueva tanda de cinco episodios que se torna más dramática e intensa de lo habitual. Los Javis suelen pasar de la comedia al drama (y viceversa) en cuestión de segundos, pero en esta segunda temporada han querido profundizar más en lo emocional, rebajando sustancialmente el humor. Eso sí, seguiremos sin saber si nuestras lágrimas son de risa o de emoción, el cóctel es impredecible.

Un reparto divino

La temporada está marcada por un baile continuo de sorprendentes cameos y colaboraciones especiales, pero la clave de la serie sigue siendo su protagonista, Brays Efe. El actor encarna uno de los personajes más arriesgados de la ficción nacional, Paquita Salas. No solo tiene que meterse en la piel de una mujer de cierta edad, debe soportar el peso de la historia en prácticamente cada una de las secuencias. Y sí, Brays saca matrícula de honor. No solo como intérprete, ahora también como guionista del segundo episodio de la temporada. Parafraseando a Paquita, "que ella es guionista, que se ha hecho cursos".

Paquita Salas (Brays Efe) y Lidia San José en 'Paquita Salas'

Respecto al resto del reparto fijo, evoluciona de forma irregular. Mientras que Lidia San José va ganando peso y se convierte en la revelación de la segunda temporada con un episodio realmente emotivo, Belén Cuesta pierde fuerza. La inocente Magüi, que tantos momentazos nos regaló en la primera temporada, está un poco desaprovechada, reduciendo sus apariciones y protagonizando ciertas tramas que no sacan a relucir todo su potencial. Se echa de menos más tramas conjuntas entre la representante y su asistente.

Tan importante es llamar la atención con un buen arranque como deslumbrar con un chimpún final, y Los Javis son conscientes de ello. A pesar de algunos altibajos a lo largo de la temporada, el primer capítulo tiene un final realmente potente y emocionante que te atrapa. Aunque esta segunda temporada siempre será recordada por su apoteósico último episodio. No, no voy a spoilearte. Solo te diré que es una joya para los amantes de nuestra televisión cañí más noventera. ¡Y ojo al cliffhanger final!