Crítica de 'Los irregulares': El universo de Sherlock Holmes narrado desde un punto de vista diferente

Sherlock Holmes regresa a la pequeña pantalla gracias a 'Los irregulares', serie británica creada por Tom Bidwell, producida por Drama Republic y original de Netflix. La plataforma de vídeo bajo demanda vuelve a adentrarse en el universo del icónico personaje creado por Arthur Conan Doyle, aunque esta vez con la notoria diferencia de que el protagonismo no recae en el famoso detective. Así pues, en lugar de poner el foco de atención en Holmes, esta nueva ficción se centra en un grupo de jóvenes que trabajan bajo las órdenes del doctor Watson investigando extraños sucesos que amenazan la tranquilidad y la paz de las calles de Londres.

A medida que se adentran en los oscuros misterio que se producen en la ciudad, los protagonistas se van encontrando con un enigma más y más lúgubre, que tiene el potencial de poner en jaque a la humanidad. Todo ello mientras Beatrice (Thaddea Graham), Jessie (Darci Shaw), Spike (Mckell David), Leo (Harrison Osterfield) y Billy (Jojo Macari) lidian con su pasado y sus propios traumas. De este modo, los conflictos personales y amorosos se entremezclan con los acontecimientos sobrenaturales y paranormales ofreciendo como resultado un producto en el que no falta el misterio y una ambientación que sumergen de lleno al espectador en el Londres victoriano.

La juventud al mando

Los adolescentes asumen el control de 'Los irregulares' formando un grupo sólido en el que la amistad y la protección mutua se convierten en su mayor valor y en su seña de identidad. Los tópicos que suelen abundar en las ficciones protagonizadas por adolescentes quedan de lado para mostrarnos a varios jóvenes que se han visto obligados a madurar a marchas forzadas por la situación en la que viven y por la ausencia de figuras maternas y paternas. Aunque no se olvidan de algunos aspectos como el amor o la hermandad, la supervivencia y la resolución de los misterios adquieren mayor relevancia, dejando los otros temas en un segundo plano.

El joven elenco que da vida a los protagonistas trabaja a favor de corriente para regalarnos unos personajes verosímiles en el universo en el que viven. Destaca especialmente la labor realizada por Thaddea Graham en su papel de Beatrice, quien asume el rol de líder del grupo y de protectora de su hermana Jessie, que descubre que tiene poderes psíquicos de gran alcance. Además, es la primera dispuesta a sumergirse en las investigaciones más peliagudas con tal de encontrar una solución a todas las incógnitas y de hallar respuestas a todas esas dudas que le atormentan sobre su familia y su pasado.

La crudeza de dos mundos contrapuestos

Las calles en las que viven Beatrice y sus amigos contrastan profundamente con el palacio y el entorno en el que se ha criado Leo. Esa diferencia entre pobres y ricos se hace especialmente notoria a través de la visión de los jóvenes. Por un lado, Beatrice y sus amigos sobreviven como pueden, aunque para ello tenga que robar y aceptar tratos peligrosos como los propuestos por el doctor Watson. Por otro lado, Leo siempre ha gozado de todas las facilidades y comodidades que le otorga la vida palaciega, aunque su frágil salud le haya imposibilitado crecer como cualquier otro niño.

Esa Londres de los contrastes se utiliza para jugar con los protagonistas y colocarlos en situaciones que ponen a prueba su capacidad de adaptaciones a entornos diferentes a los que están acostumbrados. Asimismo, la acción se desarrolla en escenarios bien elaborados y que resultan creíbles, destacando los tonos oscuros cuando se trata de representar el mundo de Beatrice y los colores vivos cuando se muestra el universo de Leo. La convivencia de ambos crea un entorno que representa de forma verosímil la ciudad en pleno siglo XIX.

La perfecta unión de lo sobrenatural y lo personal

Cuando te sumerges en el universo de 'Los irregulares' rápidamente adviertes que la serie se inspira en otras ficciones tan emblemáticas como 'Expediente X' y en autores como Stephen King, cuyas obras se caracterizan por crear mundos donde predomina el horror, los seres sobrenaturales, la oscuridad y la rareza. Igualmente, como sucede en todas esas producciones, esta serie no se queda solo en la utilización de esos aspectos y rasgos propio de lo sobrenatural, va más allá al narrar una historia repleta de matices y que adquiere la misma importancia que todos esos elementos propios del género de terror y de la ciencia ficción.

La fantasía y la magia se construyen principalmente a través de esos seres sobrenaturales que aparecen en la ciudad, cometen crímenes y provocan el desconcierto, pero también se crea a través del personaje de Jessie. Su don le permite ayudar a su hermana y a sus amigos en las investigaciones, pero también sirve como nexo con su pasado y le introduce en mundos diferentes a través de visiones y pesadillas que esconden muchos secretos y enigmas. Además, es la excusa utilizada por el doctor Watson para acercarse a Beatrice y comenzar a trabajar juntos, un punto de partida bien hilado y que ofrece una justificación acertada que va viendo la luz poco a poco a lo largo de los capítulos.

Misterio, fantasía y terror a buen ritmo

Los episodios de 'Los irregulares' están formados por diversas tramas en las que existe una que siempre sigue el modelo de las series puramente procedimentales. Es decir, en cada capítulo hay una trama que se corresponde con un caso a investigar que es resuelto en el mismo episodio, cerrando así esa historia. Este tipo de estructura es utilizada en muchas ficciones y aquí funciona especialmente bien porque se trata de investigaciones interesantes que aportan los momentos de mayor acción y que avanzan de forma fluida. De esta forma, el montaje enlaza de forma inteligente este tipo de tramas con las que tienen continuidad durante toda la temporada.

Asimismo, todos esos casos auto conclusivos sirven a su vez para construir la trama principal que relaciona a los jóvenes protagonistas con Sherlock Holmes y el doctor Watson, una historia que tiene mucha más profundidad de lo que parece en un principio. De hecho, la intriga es el otro ingrediente que hace destacar a esta ficción que en ocasiones ofrece al espectador destellos de terror. La aparición de nuevos misterios y pistas a lo largo del transcurso de los episodios alimentan esa trama principal, lo que hace que en ningún momento decaiga el interés en esta historia.