EN PRIMERA PERSONA

Emilia Clarke sufrió dos aneurismas al comienzo de 'Juego de Tronos': "Pedí que me dejaran morir"

Sin intermediarios, la actriz conocida por su papel como Daenerys Targaryen publicó un artículo en "The New Yorker" en el que relató su angustiosa experiencia al sufrir dos hemorragias cerebrales.

Por Beatriz Prieto El 21 de Marzo 2019 | 21:56

Con tan solo 32 años de edad, Emilia Clarke, una de las protagonistas de 'Juego de Tronos', dejó una desgarradora confesión el jueves 21 de marzo, en forma de artículo publicado en "The New Yorker". En él, la intérprete ha desvelado una de las experiencias más duras de su vida, ocurrida en 2011, y de la que nunca había hablado abiertamente: sufrió un aneurisma o derrame cerebral. Experiencia que, por desgracia, se repitió en 2013, tal y como ha confesado la actriz.

Emilia Clarke como Daenerys Targaryen en la primera temporada de 'Juego de Tronos'

"Nunca he contado esta historia públicamente, pero ahora es el momento", comenzó el texto de la actriz en el que desvela que, después de acabar la primera temporada de 'Juego de Tronos', el fenómeno llegó a un punto que le generó mucho estrés y se vio muy expuesta, por lo que se apuntó a trabajar con un entrenador personal. Fue durante una de sus sesiones cuando Emilia tuvo que tomarse un descanso y llegó al vestuario "casi arrastrándose". "Sentí como si una banda elástica me apretara el cerebro. Traté de ignorar el dolor, pero no pude", escribió Clarke, que experimentó náuseas "mientras el dolor le taladraba la cabeza cada vez más".

"Sabía lo que estaba sucediendo: mi cerebro estaba tocado", prosiguió el texto de la actriz, a quien descubrió una mujer que llamó a una ambulancia. Fue entonces cuando, para Emilia, todo "se volvió borroso". De esos momentos, la actriz recordó el sonido de la ambulancia y voces mientras ella "vomitaba bilis". "Me hicieron una resonancia magnética. El diagnóstico fue rápido y siniestro: una hemorragia subaracnoide, un tipo de accidente cerebrovascular potencialmente mortal, causado por una hemorragia en el espacio que rodea el cerebro. Tuve un aneurisma, una ruptura arterial", desveló Clarke en su artículo.

"Llegué a pedir que me dejaran morir"

Emilia Clarke en la alfombra roja de los Oscar 2019

Más tarde, Emilia se enteró de que "aproximadamente un tercio de los pacientes mueren inmediatamente o poco después". "Para los pacientes que sobreviven, se requiere tratamiento urgente para sellar el aneurisma, ya que existe un riesgo muy alto de una segunda hemorragia, a menudo mortal", continuó la intérprete, que se sometió a una operación de tres horas de duración para evitar riesgos y posibles secuelas. Tras la intervención, Emilia confesó que el dolor fue insoportable y no salió de la UCI hasta cuatro días después.

"Me dijeron que el gran obstáculo era superar las dos primeras semanas. Si los conseguía sin complicaciones, era posible una buena recuperación", añadió Clarke. Tras dicho período, fue sometida a una "prueba cognitiva" en la que le preguntaron su nombre completo. Algo que ella no recordaba. "De mi boca salían palabras sin sentido alguno y entré en pánico. Nunca había experimentado un miedo como ese. Podía ver mi vida pasar por delante, y no valía la pena vivirla. Yo soy actriz, necesito recordar mis textos y ahora no podía recordar ni mi nombre", prosiguió la británica, antes de confesar que, en sus peores momentos, "llegó a pedir a los médicos que la dejaran morir".

Por suerte, una semana después del incidente, Clarke volvió a salir de la UCI con sus facultades cognitivas recuperadas y, tras un mes ingresada, le dieron el alta. "Mientras estuve en el hospital, me avisaron de que tenía un aneurisma más pequeño en el otro lado del cerebro y que podía romperse en cualquier momento", continuó Clarke, a quien los médicos le dijeron que podía ser "inofensivo", pero tendrían que "vigilarlo con cuidado". Eso, sin embargo, no acabó con el dolor, que la intérprete arrastró durante la promoción de la primera temporada de 'Juego de Tronos'. Un período en el que incluso Emilia admitió haber bebido morfina "entre entrevista y entrevista".

"Cuando me despertaron, gritaba de dolor"

Emilia Clarke junto a su compañero Kit Harington en la octava temporada de 'Juego de Tronos'

Tras acabar de grabar la tercera temporada de la serie de HBO, en 2013, los peores presagios se cumplieron. Clarke acudió a una de sus revisiones, en el que detectaron que el "bulto al lado de su cerebro" había duplicado su tamaño. Eso obligó al equipo médico a someterla a una nueva operación, cuyos resultados no fueron nada buenos. "Cuando me despertaron, gritaba de dolor. El procedimiento había fallado. Tuve una hemorragia masiva y los médicos me dijeron que mis probabilidades de sobrevivir eran escasas si no volvían a operar", relató la actriz. Para ello, los médicos decidieron acceder de forma inmediata a su cerebro a través del cráneo, "de la manera tradicional", lo que dejó una cicatriz desde el cuero cabelludo hasta el oído.

La recuperación de Emilia fue mucho más dolorosa que la primera vez. "Parecía que había pasado por una guerra más espantosa que cualquiera de las que haya experimentado Daenerys", escribió la actriz al respecto. Pasado un tiempo tras recibir el alta un mes después, Clarke empezó a recuperar la esperanza y a dejar de preocuparse por posibles pérdidas cognitivas o sensoriales. Una angustiosa experiencia que la actriz compartió para agradecer el apoyo de los profesionales, de su familia y amigos y dar visibilidad a un asunto tan grave. De hecho, Emilia creó la asociación SameYou, cuyo objetivo es apoyar el tratamiento de las personas que se recuperan de lesiones cerebrales. "Ahora estoy al cien por cien", concluyó el texto de la actriz, en un mensaje tranquilizador.