'La promesa' planeará la infiltración de Lope y traerá de vuelta a una beligerante Petra

'La promesa' culminó una semana más el viernes 20 de junio con la confirmación de Rómulo a Alonso de que su intención era abandonar el palacio. Al mismo tiempo, Leocadia visitaba a Ángela y, pese a encontrarla en un estado desmejorado, se mantuvo enrocada en su inamovible postura. Lorenzo le sugirió a la señora que había maneras mucho más efectivas de aplacar la rebeldía de la joven.

A su vez, Leocadia charló con Lisandro para tratar de organizar una fiesta en La Promesa que será un foco de conflicto. Mientras tanto, Adriano y Catalina sorprendieron a los habitantes del palacio al comunicar su veredicto sobre si aceptaban o rechazaban el título nobiliario ofrecido por el duque de Carvajal y Cifuentes

Esmeralda le explicó a Curro su oscuro pasado en la joyería, aunque la investigación dio un giro radical al descubrir quién era realmente el dueño del negocio. Inmerso en las tareas palaciegas, Samuel le dijo a Leocadia que había dado con el paradero de Petra y le pidió que la readmitiera. En último lugar, Manuel y Toño pasaron la noche en el hangar y ahí se toparon con una figura misteriosa que irrumpió en la oscuridad.

¿Qué pasará el lunes?

En el próximo capítulo de 'La promesa', que se emitirá el lunes 23 de junio en la tarde de La 1, Lisando y Leocadia se pondrán manos a la obra para celebrar la fiesta para conmemorar la concesión del nuevo título. Sin embargo, este movimiento no alegrará a Adriano, que estará inquieto por la exposición que supondrá este inesperado evento. Una vez descubierta la conexión entre Vera con el propietario de la joyería y el duque de Carril, Lope intentará infiltrarse en la casa del duque para hacer más descubrimientos.

Rómulo le confesará a Emilia que el marqués le ha ofrecido una casa, pero que él no ha dudado en rechazarla porque su sueño es mudarse junto al mar con la enfermera. Leocadia aceptará que Ángela vuelva al palacio con unas condiciones muy concretas. Asimismo, Petra regresará con una actitud más beligerante que nunca, dispuesta a hacer lo que haga falta para recuperar su puesto de trabajo.