LA HORMIGUITA LADRONA

Pablo Motos confiesa por qué despidió a un empleado de 'El Hormiguero': "Se llevó 1500 litros de gasoil"

El presentador declaró ante un reto de Trancas y Barrancas que puso cámaras y pilló in fraganti a su trabajador, por lo que tuvo que echarlo.

Por Óscar Arenas El 23 de Diciembre 2018 | 16:45

Tras más de doce años presentando 'El hormiguero' entre su andanza en Cuatro y Antena 3, a Pablo Motos ya le ha pasado de todo. Con el tiempo se ha ido haciendo su propio jefe, gracias a asumir el control completo del access prime time, por lo que ha tenido experiencias propias del cargo, como sufrir el robo de un empleado.

Pablo Motos y Karlos Arguiñano revelan haber sido robados en 'El hormiguero'

Así lo ha desvelado durante la visita de Karlos Arguiñano al programa, mientras se sometía al reto de "lo has hecho o no lo has hecho" de Trancas y Barrancas. En él, las hormigas hacen diferentes preguntas a presentador e invitado, y en este caso una de ellas fue si habían tenido a algún empleado que les robase. Motos confesó que sí, en ese mismo programa, y declaró que el empleado en cuestión "ya no está, claro".

"Se llevó 1500 litros de gasoil tacita a tacita", explicó el conductor del espacio sobre la naturaleza del extraño robo. Parece ser que el trabajador, del que protegió su identidad, aprovechaba los ensayos, cuando todo el mundo se encontraba en plató, para acceder al combustible, que se encontraba en un grupo electrógeno para prevenir los fallos de luz. Ante las sospechas, Motos colocó cámaras en torno al tanque y descubrió que se llevaba "todos los días cuatro garrafas".

Los robos a Arguiñano

Por su parte, Karlos Arguiñano también relató dos ocasiones en las que un empleado a su cargo se había apropiado de lo que no le pertenecía. En el primer caso se trataba de alguien que le había robado dinero de la caja en un restaurante, al que pilló tras haber marcado los billetes y pedirle que le enseñara los bolsillos. "¿Ves esta marquita? Se la he hecho yo esta mañana", rememoraba el cocinero el momento de la pillada.

En otra ocasión el caso fue menos grave y Arguiñano lo contó con su gracia habitual. Fue un robo de angulas, que ocurrió a pesar de las advertencias que él mismo había hecho: "No comáis angulas porque cada una vale una pasta". Sin embargo, cuando regresó a la cocina, se dio cuenta de que uno de sus colaboradores había comido alguna de la forma más cómica, ya que, tal y como explicaba: "Se le quedó una colgada en la barba".