Crítica 'En el punto de mira'

Todos los días en Valencia capital en la puerta de la policía de zapadores, una multitud de inmigrantes,incluidos niños y bebés, duermen a la intemperie sobre mantas y cartones para poder conseguir un número,para el comienzo de tramitación de su legalidad,pues hay una cantidad muy reducida de números por día,hasta aquí esto da pena,pero es que hoy se me ha partido el Alma, cuando he pasado a mi hora de siempre y he visto como los tiraban de enfrente de la comisaria y con sus pocos enseres,niños,ancianos ,bebes y el resto de personas,se han dormido en manada hacia el sitio más próximo de la comisaría para pasar la noche,un parque, un parque sucio,lleno de bichos y con una humedad extrema,se me ha partido el alma ver a los niños cogidos de las manos de los adultos recogiendo sus mantitas y sus muñecos y dirigiéndose al parque a dormir,de repente me ha venido a la cabeza la película la vida es bella,que tipo de mundo estamos haciendo,personas de primera y de segunda categoría, además justo al lado de ese parque hay un gran centro cultural de ayuda a las personas difíciles, como este centro no abre sus puertas para habilitar a esta gente??o es que su horario de 9 a 13h es muy cómodo??No se,pero yo esto jamás me lo hubiera imaginado aquí en Valencia, en mi barrio muy triste,no puedo dormir pensando que ellos están debajo de mi casa al ras del cielo,con una manta y poco más esperando a que amanezca para conseguir un número,y si no lo consiguen,volverán a pasar otra noche así, muy triste.