Un vacío de poder, una inutilidad manifiesta y un ser maligno y cansino

Profundamente deprimido, Bruno se ve incapaz de proseguir con las obligaciones de su mandato, por lo que se convoca una junta extraordinaria en la que se designa a Menchu como presidenta sustituta. Sobrepasado por las múltiples tareas que le encomienda la nueva mandataria, Coque, aconsejado por Chusa, hace dejación de sus funciones para forzar un despido con indemnización. Mientras, Berta decide separarse 'espiritualmente' de Antonio, que ahora tendrá que hacerse cargo de las tareas domésticas. Por otra parte, la vida familiar de los Cuquis se ve amenazada cuando una jueza otorga la custodia de sus hijos a Teodoro, obligando a Maite a abandonar su vivienda. Las presiones de su editor sobre el plazo de entrega de su próxima novela erótica llevan a la escritora a tomar medidas desesperadas. Tras contraer matrimonio, Vicente insta a Fermín a buscar trabajo. En su nueva faceta como médium, el padre de Lola atenderá a sus clientes en casa, donde tratará de ponerles en contacto con sus familiares difuntos.