FICHAJES

Ginés García Millán y Andrea Duro se suman a 'La catedral del mar'

Los reconocidos actores se unen a Silvia Abascal y Megan Montaner en la esperada nueva serie de Antena 3.

Por Víctor Morales El 5 de Julio 2016 | 14:32

Dos nuevos rostros se suman a uno de los proyectos más esperados de Antena 3. 'La catedral del mar', adaptación del bestseller homónimo de Ildefonso Falcones, incorpora a su reparto a Ginés García Millán y Andrea Duro tal y como ha dado a conocer Diagonal TV, productora de la ficción que lleva dos años preparándose.

El murciano, recordado por sus papeles en 'Motivos personales' y 'Herederos', se meterá en la piel de Grau Puig, tío de Arnau, el protagonista de la historia. Por su parte, la actriz que se dio a conocer por su papel en 'Física o química' interpretará a Aledis Segura, el primer gran amor de Arnau. Estas incorporaciones se suman a la de Silvia Abascal ('Acusados'). La ficción que, contará con más de 40 actores, comenzará a rodar a finales de agosto de 2016 en espectaculares localizaciones de diversas ciudades españolas que intentarán reflejar las narraciones de la novela, que ha vendido más de 5 millones de ejemplares en más de 40 países.

Jordi Frades ('Isabel') está a cargo de la ficción que mezclará tradición, amor, guerra y venganza y nos trasladará a la Barcelona del siglo XIV marcada por la intolerancia religiosa, la ambición material y la segregación social.

Ginés García Millán y Andrea Duro fichan por 'La catedral del mar'

Así es 'La catedral del mar'

Siglo XIV. La ciudad de Barcelona se encuentra en su momento de mayor prosperidad; ha crecido hacia la Ribera, el humilde barrio de los pescadores, cuyos habitantes deciden construir, con el dinero de unos y el esfuerzo de otros, el mayor templo mariano jamás conocido: Santa María de la Mar. Una construcción que es paralela a la azarosa historia de Arnau, un siervo de la tierra que huye de los abusos de su señor feudal y se refugia en Barcelona, donde se convierte en ciudadano y, con ello, en hombre libre.

El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista. Una vida extenuante, siempre al amparo de la catedral de la Mar, que le iba a llevar de la miseria del fugitivo a la nobleza y la riqueza. Pero con esta posición privilegiada también le llega la envidia de sus pares, que urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la Inquisición.