CRÍTICA

Crítica de 'Fear The Walking Dead': La tercera temporada retoma el ritmo lento y pausado

El spin-off de 'The Walking Dead' regresa con nuevos episodios y analizamos cómo es la continuación de la tercera temporada.

Por Azucena Pereira El 10 de Septiembre 2017 | 11:26

Tras su estreno el pasado mes de junio, 'Fear The Walking Dead' regresa con la continuación de su tercera temporada, una tanda que comenzará con un doble capítulo de estreno y estará formada por un total de ocho episodios. Tal y como vimos en la primera parte de la ficción de AMC, la situación de Madison y su familia ha cambiado por completo desde la muerte de Travis y su traslado al rancho, donde han tenido que aprender a convivir con diferentes personas y a adaptarse a un nuevo lugar que, además, pretenden convertir en su hogar. De igual modo, nos reencontramos con Daniel, conociendo aspectos de su oscuro pasado y dejándonos con la incógnita de qué otras posibles sorpresas esconde este personaje.

Asimismo, en el último capítulo emitido en julio, los guionistas dejaban la puerta abierta a un futuro incierto tras el asesinato de Jeremiah a cargo de Nick y bajo la presencia de su madre. Madison y sus hijos se habían visto envueltos en una nueva trama de conflicto de intereses entre dos familias, una situación que han aprovechado para ir ganando terreno y conseguir su propósito de ser ellos los dueños y los líderes del rancho. Así pues, esta segunda mitad de la temporada estará centrada en la convivencia de Walker y su gente con la familia Otto y los suyos, todo ello después de pactar una tregua que no ha sido del agrado de todos.

Fear The Walking Dead

De este modo, en esta segunda mitad de la temporada podremos esperar un aumento de la tensión entre los dos bandos, sobre todo cuando los recursos empiecen a escasear, la milicia desaparezca y los caminantes comiencen a aproximarse a las inmediaciones del rancho, provocando diversos enfrentamientos. Además, otros escenarios también tendrán sus minutos en pantalla, como es el caso de la presa González, que se convertirá en uno de los bienes más preciados. Por su parte, Strand tendrá que salir del pozo sin fondo en el que se encuentra, mientras Daniel no es capaz de olvidar a su hija Ofelia.

Una transición lenta y pausada

Tras los últimos acontecimientos, marcados especialmente por la muerte de Jeremiah y el pacto con Walker, ambos bandos inician una transición para comenzar una nueva vida de convivencia y respeto en el rancho. Sin embargo, esta transición se convierte en un paso repleto de conversaciones monótonas entre los protagonistas, algo que resta ritmo y emoción a la trama. Sabemos que es necesario conocer cuáles son los diferentes intereses que mueven a cada uno de los personajes a actuar de una forma u otra, pero algunos diálogos son demasiado largos e insustanciales y ocupan un gran parte de los dos primeros episodios.

Fear The Walking Dead

Así pues, en los dos primeros capítulos que abren esta segunda tanda de episodios, esa sensación de agilidad narrativa que venimos reclamando en esta ficción, es decir, elementos e historias que otorguen a la trama el nivel necesario de acción, emoción e intriga para mantener al espectador atento y enganchado a la historia, brilla por su ausencia. No obstante, cabe señalar que existen ciertas escenas en las que se genera algo de tensión debido a los enfrentamientos entre ambos bandos y, sobre todo, gracias a Troy, el personaje interpretado por Daniel Sharman. El joven vuelve a ser el protagonista de los momentos en los que se pone a prueba al resto de personajes, consiguiendo así que haya cierto ritmo en momentos determinados de la historia.

Necesidad de otros escenarios

Afortunadamente, no toda la historia se centra únicamente en lo que sucede en el rancho. La presa González continúa formando parte de la trama a pesar de la muerte de Dante y el afán del señor Daniel por buscar a su hija Ofelia. Ahora la situación es diferente y el acceso al agua ha cambiado, pero no todo lo que reluce es oro y podremos ver cómo Lola y Daniel tienen que hacer frente a diferentes problemas por culpa de querer compartir y repartir el agua. Por tanto, esta parte de la historia cobrará protagonismo al tratarse de un recurso imprescindible para la supervivencia, un factor que han sabido utilizar para generar nuevos conflictos.

Fear The Walking Dead

Además, conocemos un nuevo lugar al que acuden los protagonistas y que se convierte en un punto interesante debido a la cantidad de cosas que suceden en ese espacio. Ver a algunos de los habitantes del rancho salir y enfrentarse a la realidad del exterior ayuda a amenizar el ritmo de la historia, sobre todo con el encuentro de nuevos grupos que podrían ocasionar problemas a la comunidad de la que forman parte Madison y Walker.

La supervivencia se convierte en un aspecto prioritario

Aunque 'Fear The Walking Dead' comenzó como una serie que iba a narrar los inicios del apocalipsis que provocó que la Tierra ya no fuera el lugar que todos conocemos, poco a poco han tenido que ir adaptándose al transcurrir del tiempo y en la ficción comienza a cobrar protagonismo el afán por sobrevivir, asemejándose cada vez más en este aspecto a su hermana mayor, 'The Walking Dead'. De momento, aquí no llegan al mismo nivel de violencia y mezquindad puesto que todavía cuentan con algunos recursos, pero la pelea por el agua, uno de los bienes más codiciados, ya nos anticipa lo que está dispuesto a hacer el ser humano con tal de vivir.

Fear The Walking Dead

Asimismo, si Madison ya ha comprendido que lo único que importa es salvarse a ella y a sus hijos cueste lo que cueste, ahora que los recursos comienzan a escasear esperamos con ansia ver hasta dónde es capaz de llegar para conseguir todo lo que necesitan para mantenerse con vida. Tanto a ella como a Nick no les ha temblado el pulso a la hora de quitarse de en medio a Jeremiah, que comenzaba a convertirse en un obstáculo para poder hacerse con el poder del rancho, por lo que probablemente estén dispuesto a hacer lo mismo con Walker, con Jake o con Troy con tal de tener un hogar en el que sobrevivir.