1967-2018

Se suicida Jill Messick, exrepresentante de Rose McGowan, a los 50 años

Tras su fallecimiento, la familia ha querido emitir un comunicado donde se menciona su supuesta implicación en los casos de abusos sexuales.

Por Beatriz Prieto El 9 de Febrero 2018 | 16:04

Jill Messick, productora y representante de Hollywood, ha sido encontrada muerta después de años de lucha contra la depresión. Más recientemente, tuvo que hacer frente a las acusaciones y críticas que se vertieron sobre ella después de que Rose McGowan, actriz conocida por su papel protagonista en 'Embrujadas', la acusara de ser cómplice en los abusos de Harvey Weinstein. Todo parece indicar que se habría suicidado a los 50 años.

La actriz Rose McGowan, protagonista de 'Embrujadas'

McGowan, que había contado con Messick como su representante años atrás, declaró el pasado mes de octubre en una entrevista a The New York Times que la productora había concertado un encuentro en una habitación de hotel con Weinstein, donde presuntamente fue violada por el conocido productor de Hollywood. Unas declaraciones que salpicaron de lleno a Messick después de que llegara a ser considerada cómplice de ese desagradable episodio. Además, estaba el hecho de que la productora había trabajado con Weinstein en la película "Frida", un film en el que la actriz protagonista, Salma Hayek, denunció haber sufrido un horrible trato por parte del ejecutivo.

La nota de prensa emitida por su familia

Tras el conocimiento de su muerte por los medios, la familia decidió emitir un comunicado con el que pretendía aclarar la información que ha circulado sobre la productora desde que la polémica sobre Harvey Weinstein salió a la luz. Esta información tuvo un efecto muy negativo en el ánimo de Messick, según han hecho saber. "La velocidad con la que se propagó la información implicó mentiras sobre Jill como persona, a las que no podía ni deseaba desafiar", aclaró la nota de prensa.

La familia también acusa directamente a McGowan de hacer declaraciones difamatorias en contra de su exrepresentante, que eligió no rebatirlas por temor a afectar a las víctimas de acoso sexual. "Optó por no echar más leña al fuego, permitiendo que su nombre y su reputación fueran mancilladas pese a no haber hecho nada malo. Nunca eligió ser una figura pública, esa elección le fue arrebatada", concluye el texto.