OPINIÓN

Crítica de la 2ª temporada de 'Por 13 razones': Sigue apostando por la cruda realidad al tratar la violación

Analizamos sin spoilers la segunda temporada de la serie de Netflix protagonizada por Katherine Langford y Dylan Minnette que se estrena el 18 de mayo.

Por Fernando S. Palenzuela El 16 de Mayo 2018 | 13:04

'Por 13 razones' llegó a nuestras vidas el 31 de marzo de 2017 con un planteamiento muy arriesgado: mostrar el suicidio en la adolescencia y las causas que pueden llevar a ello. No obstante, no se puede negar que la historia de Hannah Baker, el personaje que interpreta Katherine Langford, no haya llenado de controversias y críticas negativas a la serie de Netflix. Pero tras haber mostrado su punto de vista y sus razones, llega el momento de descubrir que la historia de uno se conforma con los retazos de las vivencias de otros muchos.

Hannah deja de servir de punto de vista

La segunda temporada de 'Por 13 razones' ya no cuenta con el hilo conductor de las cintas de Hannah, pero esto no supone ningún problema, puesto que el juicio para demostrar la responsabilidad del instituto Liberty High en la muerte de la protagonista será lo que sirva de nexo a cada capítulo. A partir de ahora Hannah pierde la potestad de ser la narradora de los sucesos, cediéndosela a los implicados que deben testificar en el mediático juicio. Estamos ante uno de los avances más interesantes de la serie, dado que que se ha sabido solventar a la perfección la ausencia de las cintas, el elemento protagónico de la primera tanda.

Alisha Boe es Jessica en 'Por 13 razones'

Y ya no solo el juicio es relevante como nexo, sino que el giro de esta temporada, dando gran importancia al juzgado como escenario, ha sido todo un acierto en materia de guion. Tenemos sobre la mesa la posibilidad de adentrarnos en profundidad en una Hannah llena de luces y sombras, en una exploración más allá de su mirada que enriquece al personaje y lo hace crecer. Entendemos que ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Pero eso sí, algunas escenas de la trama del juicio están llenas de cruda realidad, y es que, aunque de manera indirecta, se está juzgando a una joven que se suicidó al no soportar la presión de no ser comprendida ni apoyada tras diferentes episodios de acoso escolar, sexual y verbal y una violación.

El hecho de que Hannah haya pasado a cierto segundo plano ayuda a que el resto de personajes encuentren un mayor hueco en las tramas y se puedan apreciar más matices en ellos que en la primera temporada. No obstante, de entre todos destacan tres: Jessica (Alisha Boe), Justin (Brandon Flynn) y Alex (Miles Heizer). Son los tres personajes con más recorrido en la temporada dado cómo acabó cada uno en el final anterior e, incluso, son capaces de robarle protagonismo al propio Clay Jensen (Dylan Minnette), quien pese a llevar el peso en la serie, sigue sin gozar de un trasfondo tan interesante como el del resto de sus compañeros de clase.

Pero lo nuevo de 'Por 13 razones' cuenta también con incorporaciones a sus filas, aunque en gran medida bastante desdibujados. Ese es, principalmente, el caso de Jackie, el personaje de Kelli O'Hara, cuya aparición como apoyo de Olivia (Kate Walsh) no termina de entenderse e, incluso, se hace aburrida en muchos momentos. En cuanto al resto, probablemente el fichaje más interesante sea el de Anne Winters, quien da vida a Chloe, la nueva novia de Bryce (Justin Prentice), y que poco a poco irá destacando entre el resto.

Polaroids y una persona misteriosa

Dylan Minnette es Clay en 'Por 13 razones'

Si las cintas fueron las grandes protagonistas de la primera temporada, en esta ocasión han decidido seguir tirando de lo retro y se han pasado a las polaroid. Sin embargo, este elemento, que se vende en el primer avance como el núcleo central de la temporada, acaba siendo un objeto de importancia, pero no llega a explotarse como se podría. Las polaroid aportan una información muy necesaria que será clave para descubrir uno de los misterios de la temporada, pero no alcanzan la magnitud de las cintas.

Por otro lado, una de las tramas más interesantes es la misteriosa persona que trata de boicoter a cada uno de los alumnos que tienen que testificar en el juicio. La pregunta sobre quién es esa persona es una constante en cada episodio e, incluso, en ocasiones se la ve físicamente, pero con el rostro cubierto. Aunque esto pueda recordar a otras ficciones juveniles como 'Pretty Little Liars', no copa toda la atención. Precisamente este es uno de los rasgos a alabar de la serie, que han sabido dotarla de varias tramas con suficiente potencial para que resulten interesantes sin caer en una espiral de aburrimiento por repetición.

Buen ritmo y mejoría en la recta final

Brandon Flynn es Justin en 'Por 13 razones'

Enlazando con lo mencionado antes de que la segunda temporada de 'Por 13 razones' ha sabido aprovechar las diferentes tramas que se le han abierto, cabe destacar que estas aportan un buen ritmo en la serie. No hay un episodio aburrido, puesto que todos suponen una continuación en la historia de Hannah Baker, pero sí muchos que mantienen un ritmo sin grandes picos de emoción. Sin embargo, y tal y como ocurrió en la primera temporada, esta regularidad acaba de cara a la recta final, cuando comienzan a ponerse los temas sobre la mesa y la serie despega a gran velocidad. Da la sensación de que hasta el séptimo u octavo episodio han estado preparando ese momento álgido para, a partir de entonces, no hacer más que crecer y crecer.

En definitiva, la segunda temporada de 'Por 13 razones' aporta un nuevo enfoque bastante interesante a la serie y que, por suerte, no resulta extraño y liga bien con lo que ya conocíamos. Han sabido aprovechar el juicio como excusa para mostrarnos más aristas y matices en la vida de Hannah y en sus relaciones con el resto de personajes. Eso sí, la aparición de Hannah en el presente resulta bastante forzada e, incluso, puede hacer que el espectador salga de la historia que le está siendo contada. Pese a esto, gana al dotar de mayor peso a otros personajes, aunque todavía tienen como asignatura pendiente generar mayores picos de emoción en cada episodio.