ENTREVISTA

Wyatt Russell: "'Lodge 49' es una gran serie de televisión para gente que no ve televisión"

AMC España este lunes 10 de septiembre a las 23:00 horas la serie 'Lodge 49'.

Por David Carro El 10 de Septiembre 2018 | 20:07

Dud (Wyatt Russell) es un joven californiano que en el último año ha visto cómo sufría una lesión que le apartaba de su pasión por el surf y cómo su padre moría, perdiendo el negocio familiar y dejándole en herencia una gran deuda. En cuestión de meses su vida se ha desmoronado y tan solo tiene el apoyo de su hermana Lyz (Sonya Cassidy). Por eso, cuando por azar se cruza con Ernie (Brent Jennings) y le ofrece formar parte de una hermandad llamada Los Linces, no duda por un momento aceptar lo que considera una nueva oportunidad del destino para reconducir su existencia.

De las expectativas no cumplidas, la rutina a la deriva y la soledad tratan los diez capítulos de 'Lodge 49', serie que AMC España estrena este lunes 10 de septiembre a las 23:00 horas. El actor Wyatt Russell, al que algunos recordarán por el episodio "Playtest" de 'Black Mirror', afronta su primer protagonista en televisión con un personaje que surfea entre la autenticidad de un genio y la locura de un paria social. De la desesperación de Dud por volver a reconocerse a si mismo, pero también de curiosidades cómo el fracaso deportivo que une al actor con el personaje, ha hablado FormulaTV con Wyatt Russell de cara al estreno de la ficción.

Wyatt Russell, protagonista de 'Lodge 49'

¿Cómo presentarías 'Lodge 49'? Es una serie con una historia muy particular.

Es una gran serie de televisión para la gente que no ve o no tiene televisión (risas). La trama ocurre en California y tiene fuertes tintes existenciales como elemento de continuidad entre los capítulos. Trata de gente que se junta para darse cuenta de por qué las relaciones y amistades que vamos haciendo en el tiempo que se nos da en la Tierra son lo más importante y por qué todo lo demás es secundario. Es un camino largo y sus protagonistas van descubriendo el misterio de una hermandad mientras se descubren a si mismos. Ese es el hilo conductor, el núcleo, pero también tiene otros elementos divertidos con los que combinar ese misterio.

¿Por qué piensas que Dud se siente tan atraído hacia Los Linces? Se podría decir que es una hermandad de perdedores.

¡Claro! La realidad es que mucha gente acaba encontrando su propia hermandad de perdedores. Tienen en la cabeza una idea de quiénes y de qué son, y de lo que pueden ofrecer al mundo, pero acaban llegando a la conclusión de que en el fondo no son tan geniales ni tan especiales y, cuando encuentran a otras personas que se sienten igual, se dan cuenta de que no están solos ante su situación.

Lo que tratan de hacer las hermandades, especialmente en Estados Unidos, es unir a gente que de otra manera no conectaría. Tenemos una cultura diferente a la española, aquí el trabajo es nuestro centro. Básicamente trabajamos toda la vida. Sin esas fraternidades, en las que hay amigos cercanos que ayudan a ver el lado positivo y a disfrutar de la vida, de quién eres y de las personas que tienes alrededor, sería todo mucho más duro. Nuestros personajes no tienen muchas más aspiraciones aparte de salir por la noche. Trabajan cada día, no se replantean mucho más. Así que se les puede considerar una hermandad de perdedores o una hermandad para gente normal.

Tú, como Dud, tienes un pasado como deportista, en este caso como jugador de hockey sobre hielo, y lo dejaste por una lesión. ¿Cómo puede afectar un suceso así a la vida de una persona?

Fue muy relevante para mí. No es importante para nadie más, pero sí para Dud, que es surfero. Cuando Dud se lesiona, es como si una parte de él desconectase de su ser. Hasta ese momento tienes una identidad y después tienes que buscar una nueva. Por el camino, te das cuenta de que perder esa identidad que tenías es lo mejor que te ha pasado, porque la nueva situación te obliga a mirarte a ti mismo y darte cuenta de que te has convertido en una persona nueva que puede seguir haciendo cosas en lugar de quedarse cómodo. Eso fue muy útil para intentar buscar la identidad de Dud. Es muy parecido a lo que me pasó a mí con el hockey.

¿'Lodge 49' es el retrato de una generación millennial que ha crecido viendo como la vida no es lo que le habían contado que era?

Es eso, es que la vida no es como ellos pensaban. Lo que muestra esa idea es justo eso. La idea del sueño americano es solo una idea, no es algo que pase porque sí. La realidad es que si piensas en ello y trabajas duro cada día, no vas a conseguir necesariamente ese sueño de tener el coche y la casa que quieres, pero es posible que te dejes atrapar por el sueño. De eso trata la serie, de perseguir lo que uno quiere.

Los Linces, protagonistas de 'Lodge 49'

Dud habla sobre el destino y de cómo él estaba destinado a acabar entre Los Linces. ¿Piensas que la desesperación te hace confiar en ese tipo de creencias?

Sí. Es una de las partes que más me gusta interpretar. La desesperación puede ser algo muy positivo si se enfoca correctamente. Si tienes voluntad y estás abierto a cambios profundos y sacar lo mejor de la situación, la desesperación puede significar algo bueno, significa que lo estás intentando y que estás solucionando problemas. Algunas veces pensamos que no podemos con situaciones, pero la desesperación no es para mí algo malo e incluso es divertido a la hora de interpretarlo, porque todo el mundo la necesita, en alguna medida, para vivir, por eso me parece tan divertida a nivel actoral.

Al principio cuesta entender hacia dónde va la serie, ¿re dejaron leer el guion desde el principio?

Leí todo el guion desde el principio y lo que me gustó es que no hay otra serie de televisión que se presente a si misma como 'Lodge'. No se trata de una serie que trate de algo como drogas o crímenes, que pretenden tener al espectador enganchado. Nadie, nunca, en mi opinión, ha tenido la idea de hacer una serie con un enfoque novelístico, con continuidad entre los capítulos, o no me ha dado la oportunidad de hacerlo. Por eso pienso que estamos haciendo algo muy especial.

No es una serie que se deba consumir como algo diferente, sino que no aparecen esos elementos extraños que aparecen en otras series como drogas o violencia. Se centra en las vicisitudes diarias, en las luchas que nos impulsan a seguir hacia adelante. Por ejemplo, la de un periodista al que acaban despidiendo porque tiene cierta edad y no se adapta a la transición digital. Eso, para mí, marca el existencialismo de la serie, aunque a algunas personas les acabe gustando el contenido o no. Está bien ser la parte de un experimento que creo que no se ha hecho en televisión.

¿Crees que habrá una segunda temporada?

No tengo ni idea si se hará, ni de cuándo se hará. Yo no estoy al cargo de esas decisiones.