OPINIÓN

Crítica de '¿A quién te llevarías a una isla desierta?': La juventud frustrada en un relato lleno de crudeza

Pol Monen, Andrea Ros, Jaime Lorente y María Pedraza protagonizan la tercera película española de Netflix, dirigida y escrita por Jota Linares.

Por Fernando S. Palenzuela El 10 de Abril 2019 | 15:16

Frustración y rabia. Esos son algunos de los sentimientos que se te quedan tras ver '¿A quién te llevarías a una isla desierta?', y no por que la película escrita y dirigida por Jota Linares que estrena Netflix no llegue al listón, sino por el fiel reflejo que transmite de cómo varias generaciones, que han tenido la oportunidad de prepararse en lo que les gusta, no han conseguido trabajar en ello dada la crisis que vivió nuestro país.

Jaime Lorente y María Pedraza en '¿A quién te llevarías a una isla desierta?'

Linares ahonda en su segunda película, la tercera de la plataforma de streaming, en un relato muy personal que, como ha explicado en varias ocasiones, guarda mucho de él y de Paco Anaya, el otro guionista de la cinta. Y se nota. Se nota especialmente en la creación de los personajes y en esa crudeza que viven en su interior causada por una situación que no es, ni de lejos, la que hubieran pensado ni deseado tener.

Un conflicto que explota y arrasa con todo

'¿A quién te llevarías a una isla desierta?' nos sitúa en el último día de convivencia de Eze, Marcos y Celeste y, por ende, también de Marta, quien ha pasado mucho tiempo en aquel piso de Madrid junto a su novio y amigos. Ocho años de confidencias, vivencias y pensamientos no pronunciados que explotan en el momento en el que, con demasiado alcohol en el cuerpo, juegan a un juego del que ya en el primer segundo sabían que se iban a arrepentir.

Pol Monen y Jota Linares en '¿A quién te llevarías a una isla desierta?'

La primera parte de la película transcurre con cierta lentitud, lo que puede ser su principal problema, enseñando quién es cada uno de los protagonistas y cómo va a cambiar su vida en las próximas 24 horas. En esos momentos se comienzan a atisbar retazos de ellos, pequeñas pinceladas de cómo son sus caracteres y sus relaciones. Aunque puede adolecer de una falta de ritmo en estos primeros minutos, la bomba llega cuando los cuatro personajes se sientan y muestran sus cartas. La conversación que se establece entre ellos, especialmente entre los tres compañeros de piso, está cargada de verdad y ahí se encuentra una de las lecciones más importantes que Linares y Anaya transmiten con su película: al ser humano le cuesta mucho trabajo ser sincero.

Las opiniones que tiene cada uno de los otros afloran, así como los secretos que han estado ocultando en todo este tiempo, en una secuencia llena de crudeza en la que se palpan los sentimientos. Los protagonistas están viviendo la que podría ser la peor noche de su vida y esa sensación traspasa la pantalla. No hay nada más que ellos en una habitación con las emociones a flor de piel, pero es que no es necesario ningún tipo de artificio, únicamente la sinceridad de un plano que se complementa a la perfección con la misma honestidad con la que está escrito el guion.

Encontrar en los defectos la virtud

Uno de los puntos fuertes de 'La isla' radica en la escritura de sus personajes. Aunque no da tiempo a verlos en más que 24 horas, te haces una idea de cómo son ellos y, especialmente, de cuáles son sus defectos. No hay ningún personaje edulcorado y todos tienen sus fallos y su lado oscuro que dejan bien visible, y justo esta es su grandeza. Son personajes reales, con sus cosas buenas y sus cosas malas, con aspectos que resultan despreciables pero que, incluso en ese punto, logran hacer que empatices con ellos.

Reparto de '¿A quién te llevarías a una isla desierta?'

Pero sin duda esto no sería posible sin sus protagonistas. María Pedraza y Jaime Lorente vuelven a coincidir en una producción de Netflix tras 'Élite', pero el mejor trabajo lo realizan Andrea Ros y Pol Monen. Ros da vida a Celeste con la mejor interpretación de la película, demostrando que no coincide con su personaje en la falta de talento para la actuación y que es necesario tenerla en más producciones tanto televisivas como cinematográficas a nivel nacional. En cuanto a Monen, logra hacer un buen trabajo al llevar la carga del personaje que inicia todo y que, a su vez, más conflictos guarda con el resto, especialmente en la gran escena de la película. Pero todo esto no sería posible sin la notable química que existe entre todos los actores.

'¿A quién te llevarías a una isla desierta?' muestra el retrato de una juventud enfadada con el mundo en el que vive e, incluso, desesperada por la situación que le ha tocado vivir. Tras la promesa de tener el mundo a sus pies, descubren que la realidad es mucho más agobiante de lo que hubieran imaginado y que vivir de su pasión no es algo que se vaya a cumplir a la primera de cambio. Jota Linares ha sabido transmitir esta idea sacada de su propio ser a la perfección y se nota en una producción que, tras terminar de verla, te deja ese regusto amargo de lo frustrante que es enfrentarse al mundo actual no solo a nivel laboral, sino también personal.