Crítica de 'Los favoritos de Midas', el thriller de Netflix que acorrala a Luis Tosar

Un gran poder financiero conlleva una gran responsabilidad social. Seguramente ese sería el consejo que el tío Ben le daría a los ejecutivos del IBEX 35, que, sin arrugarse el traje ni la conciencia, procederían a reanudar sus negocios... o no. Quizá Víctor Genovés sí le haría caso. El protagonista de 'Los favoritos de Midas' es un empresario en peligro de extinción, de esos que tienen cierto compromiso social. No obstante, los ideales del personaje encarnado por Luis Tosar son puestos a prueba cuando se convierte en víctima de una insólita extorsión: o paga 50 millones de euros o morirá un desconocido cada cinco días.

Ante ese chantaje, Genovés debe decidir si cede y paga para evitar que se produzcan bajas civiles, supuestamente aleatorias, o si se niega para no desprenderse de su fortuna y el poder que conlleva. Ese es el dilema moral que exploran los seis episodios de la ficción, a lo largo de los cuales se libra una batalla campal en la mente del empresario. Y es que el misterio de 'Los favoritos de Midas' no radica en la identidad de los extorsionadores que dan título a la serie, sino que reside en si un personaje tan influyente como el de Tosar es capaz de renunciar a sus privilegios sin mayor recompensa que la puramente ética.

Desde su atalaya

'Los favoritos de Midas' está ambientada en una Madrid que, a pesar de ser la contemporánea, está totalmente fragmentada. Un estallido de descontento social, provocado por demasiadas injusticias que han terminado por desbordar el vaso de la paciencia, lleva a muchos españoles a tomar las calles. Las revueltas y los disturbios están a la orden del día, pero entre sus participantes no hay ni líderes ni una ideología homogénea más allá del denominador común del hastío.

Genovés es testigo de ese crispado clima, pero desde la terraza de su ático. El protagonista pasa la mayor parte del tiempo en el despacho más elevado del Grupo Malvar, uno de los conglomerados de comunicación más importantes del país, el cual ha heredado de forma inesperada tras el reciente fallecimiento de su fundador. Su ascenso no despierta simpatías entre todos los miembros del consejo de administración de la compañía, por lo que está sometido a una constante presión por demostrar su valía y por sobrevivir a los complots de sus detractores.

La familia es el primer sacrificio de Genovés, que recibe el chantaje en un complicado momento personal. Además, la publicación de un escándalo en el periódico de su grupo podría poner en peligro la supervivencia de la compañía, provocando aún más disonancias con aquellos que quieren derrocarle. Vamos, que Genovés tiene muchas cosas en la cabeza. Y para más inri, ahora tiene que decidir si ese compromiso social que no le hace encajar del todo entre la élite empresarial está por encima de sus intereses personales.

Con ese conflicto, los guionistas Mateo Gil y Miguel Barros ('Gigantes') tratan de humanizar a un personaje con el que resultaría complicado empatizar en cualquier otra situación, ya que su distancia con respecto a la realidad que habita en las calles es más que evidente. En todo caso, el proceso de humanización pasa mucho más por las interacciones que Genovés mantiene con los personajes encarnados por Marta Belmonte, la entregada periodista que ha publicado la comprometedora exclusiva, y por Willy Toledo, el veterano agente de policía que encabeza la persecución a los favoritos de Midas; y no tanto por los encuentros con la ejecutiva a la que da vida Marta Milans, que es mucho más pragmática que el resto.

Una carga demasiado pesada

A partir del caldo de cultivo de la ruptura social, que se podría haber explotado mucho más para conformar una atmósfera aún más tensa, el también director Gil reflexiona acerca de la voraz cultura financiera que nos rodea. Un poco en la línea de 'Antidisturbios', que expone a los poderes que mueven los hilos desde las sombras, 'Los favoritos de Midas' cuestiona si realmente vivimos en una sociedad libre con un discurso algo más desconcertante que la apuesta de Movistar+, ya que a veces tiene tanta vocación por despertar interrogantes que se pueden echar en falta ciertas respuestas, abocándose a un final precipitado.

Por lo general, 'Los favoritos de Midas' es una experiencia solvente, que huye del tipo de thriller que abraza la obviedad más cómoda, y se atreve incluso a dejar con mal cuerpo al espectador. Aun así, la adaptación del relato corto de Jack London consigue desenvolverse en un ritmo seductor, que engancha al estilo de Netflix sin ser demasiado sensacionalista, por lo que se agradece que en un género tan manido al menos tenga el arrojo de ponernos contra las cuerdas tanto como a Tosar.