TENSIÓN EN LOS JUZGADOS

Tenso desencuentro entre un miembro de La Manada y un reportero de 'El programa de Ana Rosa'

El reportero del magacín matinal ha revelado el tenso momento vivido con el cabecilla de La Manada.

Por Javier Cuesta El 21 de Junio 2019 | 14:26

El caso de La Manada conmocionó a toda España desde aquella noche del 7 julio de 2016 en los San Fermines de Pamplona, poniendo de relieve la urgente necesidad de una revisión de la justicia en violencia sexual. Casi tres años después el caso parece estar a punto de llegar a su final, ya que el Tribunal Supremo podría anunciar el fallo este viernes 21 de junio y confirmar si se trató de abuso sexual o por el contrario decide elevarlo a agresión sexual, lo que agravaría aún más la pena.

José Ángel Prenda entrando en las juzgados de Sevilla

En este contexto José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo y Ángel Boza han acudido a firmar a los juzgados de Sevilla, como cada viernes, con motivo de su situación de libertad provisional. En algunos de los acusados se han podido apreciar significativos cambios físicos como el rostro afeitado de El Prenda o la cabeza afeitada del militar Cabezuelo.

A pesar de mostrarse relajado y sonriente en su entrada a los juzgados, los nervios causados por la inminente sentencia le habrían jugado una mala pasada al que es considerado como el cabecilla del grupo, El Prenda. Tal como informaba el reportero de 'El programa de Ana Rosa', presente en los tribunales, el joven se habría encarado con él y habría intentado arrancarle unos papeles que llevaba en la mano "con bastante violencia", una tensión que Ana Rosa ha comprendido ya que "se juegan mucho".

Se acerca el final

El Supremo tiene que decidir que si mantener los 9 años de cárcel, previamente interpuestos tras la condena por abuso sexual, o si decide elevar la pena a 18 años y elevar el grado del delito a una agresión sexual tal y como reclaman la fiscalía y la acusación. Para ello, cinco jueces escucharán por última vez los testimonios de ambas partes para así, después, poder sentarse a deliberar sobre el caso que ha sacudido los cimientos de las leyes sobre violencia sexual. No sólo está en juego el futuro de los cinco acusados, conceptos clave como la intimidación, la violencia y el consentimiento en cuestiones sexuales serán puestos sobre la mesa para una nueva redefinición de los mismos.