'La promesa' se ha repuesto ligeramente tras su mejorable, aunque todavía potente, arranque de semana. Dejando atrás el 11,6% de share firmado el lunes 9 de octubre, la ficción diaria ha ascendido a un 11,9% de cuota con su emisión del martes. Aun así, el drama se mantiene por debajo del millón de espectadores, por lo que tiene el objetivo claro de volver a rebasar esa marca, y para ello tendrá que sacudir a sus personajes con nuevos conflictos y con otros más consolidados.
El capítulo del miércoles 11 de octubre ha insistido en la búsqueda de Ramona, aunque la indecisión de Manuel ante la petición de Jana de encararse con su madre lo ha dejado todo en el aire. Al margen del hijo de los marqueses, Jimena le ha exigido a Abel que el malogro de su fingido embarazo se resuelva cuanto antes, aunque el médico ha intentado que reine la calma en un momento de tal tensión. A falta de avances en otras parejas, Pelayo y Catalina están empezando a forjar su particular vínculo, ligado al negocio de las mermeladas que ya se enfrenta a sus primeros obstáculos. Por último, Pía ha mantenido la incertidumbre acerca de su acuerdo con Cruz, que trae tantas ventajas como inconvenientes.
'La promesa'
¿Qué pasará el viernes?
El episodio 209 de 'La promesa', que se emite el viernes 13 de octubre tras el parón por el Día de la Hispanidad, desvelará la decisión tomada finalmente por Pía con respecto al acuerdo con Cruz: firmará, aunque no le hará ninguna gracia que Petra tenga que regresar al palacio. Sin embargo, no todo le saldrá bien a la marquesa, ya que Manuel se decidirá a enfrentarse a ella, aunque sin enseñarle el abanico de Ramona. Así pues, Cruz se dará cuenta de las dudas que alberga su hijo y, a su vez, seguirá intentando derribar la asociación entre Pelayo y Catalina.
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Al mismo tiempo, los jóvenes seguirán explorando la conexión que les une, que cada vez es más poderosa y, sobre todo, recíproca. Quienes no tienen tanta química son Jana y Abel, que sentirán que su emergente relación no avanza debido a todos los secretos que se ocultan el uno al otro. En medio de ese mar de dudas, María intervendrá para darle un importante consejo a la doncella. Mientras tanto, Lorenzo se dispondrá a desplegar su timba de póker, aunque al sentarse a la mesa descubrirá que ha comparecido un jugador al que nadie esperaba.