'MasterChef 13' vive una doble expulsión tras unos exteriores con "el peor resultado de la historia"

La 1 emitió la sexta entrega de 'MasterChef 13' la noche del lunes 12 de mayo, una semana después de que se mostrara la expulsión de Ana María, además de que Clara acabó con un delantal negro por intentar ayudar desde el balcón. Sus compañeros se enfrentaron entonces a otra ronda de tres retos que, como es habitual, culminaron con la temida eliminatoria tras una desastrosa prueba de exteriores, la cualpuso fin, por sorpresa, al concurso tanto de Limin como de Ariana, justo antes de la repesca.

El primer reto consistió en replicar un plato de Jordi Cruz por parejas, aunque con una peculiaridad: solo uno podría hablar y trasladar la receta, pero estando ciego, mientras que el otro no podría hablar y se encargaría de cocinar. Para ello, Luca Dazi fue el encargado de formar pareja tras elegir cocinar con Ana: Ismael y Víctor, Emilio y Yago, Bea y Chema, Limin y Ariana, y Clara y Gabriela. De ellos, el jurado destacó la capacidad de Limin y Clara de explicar "muy bien el plato" a sus compañeras, quienes sin embargo fracasaron en "hacer buen uso" de ello, mientras que Bea y Chema por un lado y Víctor e Ismael, por otro, presentaron "buenas réplicas", de las cuales las de los segundos fueron las mejores, con Ismael en cabeza.

Por esa razón, la pareja "ganadora" fue la encargada de formar los equipos en la prueba de exteriores, aunque descartando compañeros en lugar de elegirlos. Por esa razón, Víctor cocinó con Ana, Clara, Ariana y Bea, mientras que Ismael lo hizo con Emilio, Limin, Yago, Gabriela y Chema. A pesar de incluir "el menú más sencillo de la historia" del programa, como señalaron los jueces, el cocinado dio lugar al "peor resultado de la historia", con platos sin hacer, elaboraciones medio crudas o que incluso acabaron por los suelos. Razones de sobra para que el jurado enviara a todos y cada uno de los aspirantes de cabeza a la eliminatoria.

Ni buenas reinterpretaciones, ni buenos platos

De vuelta en las cocinas, el programa sorprendió a los aspirantes con la aparición de sus compañeros expulsados, cuya labor consistió en salvar a uno de ellos, por unanimidad, suerte que corrió Clara, quien pudo elegir salvar a Ana y Emilio, deseo que se vio cumplido por parte de los jueces. De este modo, los tres se libraban de un desafío en el que los delantales negros debían actualizar y reinterpretar un plato salado y uno dulce de un menú clásico del día, los cuales repartió el azar. Tras una cata que incluyó la visita de invitados con síndrome de Asperger que no se amilanaron con sus valoraciones, Bea se coronó al haber ejecutado "platos ricos y originales".

Gabriela, Ismael y Víctor siguieron sus pasos hacia la galería al haber tenido "buenas ideas para actualizar sus platos", pero con defectos, lo que dejó en el aire el futuro de Ariana, Chema, Yago y Limin. El jurado anunció la expulsión de la cuarta por no haber "sabido cómo reinterpretar los platos", hasta el punto de que su tarta de queso "era imposible reconocerla". No obstante, para sorpresa de los presentes, los chefs despidieron también a Ariana, dado que "no has sido capaz de reinterpretar el cocido, no estaba bien elaborado", mientras que el postre "no estaba bueno". Una doble expulsión que se producía justo antes de la repesca, que se celebrará en la séptima entrega de 'MasterChef 13'.