DESASTROSO

Una comensal de 'First Dates' pasa un mal trago con su cita: "Me han traído a un cateto de campo cordobés"

La joven se marchó al baño en mitad de la cita para llamar a una amiga y desahogarse por lo mal que estaba yendo la cena.

Por Laura Borrega El 29 de Enero 2020 | 16:53

'First Dates' no siempre acierta a la hora de emparejar a los solteros que desean acudir al restaurante del amor en busca de la pareja perfecta. Y esto es exactamente lo que les sucedió a Natalia y Antonio la noche del martes 28 de enero: una sevillana y un cordobés que no congeniaron en ningún momento en su paso por el dating de Cuatro. Mientras Natalia se definía como una mujer "cosmopolita", Antonio era más "de pueblo" y solo sabía hablar de las motos, su gran pasión.

Natalia y Antonio en la decisión final de 'First Dates'

La primera en llegar a la cita fue la esteticista, que fue recibida por Carlos Sobera a las puertas del restaurante. La andaluza se mostró desde el primer momento tal y como era delante de las cámaras: "Tengo más amigos que amigas por el simple hecho de que a ellos les gusta más el rollo cañero y a ellas no les gusta que me lleve bien con los chicos", explicó. Minutos después, y mientras la joven charlaba con el presentador, el jornalero cordobés llegó al restaurante y lo primero que hizo fue confesar a la sevillana cuál era su gran pasión: "Las motos son mi vida, es lo que más me gusta. Soy de Marc Márquez", comentó, tratando de encontrar un punto en común con su cita. El empeño del cordobés fue inútil, ya que la joven "tuvo un accidente y desde entonces no le van mucho".

Después de una aburrida velada en la que ninguno de los dos puso mucho de su parte por intentar congeniar con el otro y encontrar algún tema en común, la peor parte llegó cuando Sobera entró al salón e invitó a las parejas a levantarse con él y bailar, algo que Antonio se negó a hacer. "¡Qué cosa más sosa! Así no nos vamos a poder ir de fiesta", replicó la esteticista. Tras su negativa, la sevillana no tuvo reparo en pedir a Matías Roure, el camarero del programa, que bailase con ella, lo cual no terminó de sentar del todo bien a Antonio: "Yo he venido a conocer a una chica y ella nada más que venía a ver a Matías", se quejó.

Sin poder aguantar mucho más, Natalia, muy agobiada, se fue al baño para llamar a una amiga y contarle lo mal que estaba yendo su cena: "Vaya despropósito, me han traído a un cateto de campo cordobés", confesó sin cortarse ni un pelo a su amiga. "Nada más que sabe hablar de motos", añadió antes de finalizar la conversación. La joven decidió volver a la mesa y terminar cuanto antes con su cita.

Natalia y Antonio, por fin de acuerdo en algo

Al final, la velada terminó de la manera más predecible, ninguno de los dos aceptaron volver a verse. "No le gustan las motos, no quiere tener hijos... no congeniamos", reprochó el motorista con su cita presente. Por su parte, la esteticista no pudo estar más de acuerdo con la opinión de Antonio: "No tenemos nada en común", concluyó. Dicho esto, los dos comensales abandonaron el restaurante sin encontrar a su media naranja.