DECLARACIONES

Jorge Javier Vázquez, que llega a facturar hasta 3 millones de euros al año, habla sobre su vida homosexual

En una entrevista concedida a su amiga Carmen Rigalt, habla sin tabúes de su vida privada.

Por Berto Molina El 3 de Noviembre 2012 | 15:45

Jorge Javier Vázquez es uno de los presentadores del momento en Telecinco, faceta que le lleva acompañando los últimos cuatro años al ponerse al frente de programas como 'Sálvame diario', 'Sálvame deluxe', 'Hay una cosa que te quiero decir', 'Acorralados' o 'Supervivientes'.

Jorge Javier Vázquez presentador de Telecinco

Con motivo de la publicación de su primera biografía novelada titulada 'La vida iba en serio', bajo el sello de Planeta, mediante su amiga Carmen Rigalt concede una sincera entrevista para La Otra Crónica de El Mundo.

Tras el fin de 'Aquí hay tomate' su futuro en televisión estaba en el aire

En cuanto al mundo de la televisión, apenas habla de su época en 'Aquí hay tomate', recordando como se terminó todo de un día para otro, y regresaba a su ciudad natal con un futuro bastante complicado. Cree que las críticas que recibió por aquel momento estaban justificadas, pero no lo veía así cuando estaba al frente del programa con Carmen Alcayde.

Según afirma LOC, Vázquez llega a facturar unos 3 millones de euros al año, cobra 20.000 euros por programa en prime time, y 6.000 por el resto, cachés que le han permitido apostar por otros proyectos fuera de la pequeña pantalla, como 'Liceo de la voz', una escuela vocal situada en pleno centro de Madrid.

En cuanto a sus habituales cachondeos románticos en televisión con otros hombres heterosexuales u homosexuales, como por ejemplo el saxofonista de su programa diario o Tiziano Ferro en 'Hay una cosa que te quiero decir', los considera algo inocente, y cree que si fueran heterosexuales, no se criticarían ni se mirarían tanto con lupa.

"No magnifico la fidelidad, pero tampoco creo en las parejas abiertas"

El resto de la entrevista va referida a su vida privada. Reconoce que su vida homosexual en Barcelona no fue sencilla, y que al llegar a la capital se soltó y la vivió de forma más natural; que durante 7 años quiso hacerse las pruebas del sida, pero se moría de miedo, hasta que cogió carrerilla, y se las hace frecuentemente.

En cuanto al matrimonio gay, dice que no tiene nada en contra de él, pero que no quiere casarse, cree que el amor homosexual no contempla ataduras, y este tipo de bodas le chirrían. Afirma que nunca ha tenido la necesidad de ser fiel a sus parejas hasta ahora, no magnifica la fidelidad, pero tampoco cree en la parejas abeirtas, dice que siempre acaban mal.