TEMPORADA 3 CAPÍTULO 4

'How to Get Away with Murder' 3x04 Recap: "Don't Tell Annalise"

Bonnie y Asher se enfrentarán a un caso realmente peliagudo, mientras descubrimos lo que hace Frank en Coalport.

Por Will Saez El 24 de Octubre 2016 | 10:41

Las cosas avanzan en 'How to Get Away with Murder', y es que en el capítulo que estamos a punto de tratar han pasado un montón de cosas interesantes. Mientras unos intentan resolver un caso realmente complicado, otro se tomará la justicia por su mano. Veamos todo lo sucedido en este cuarto capítulo.

Justa venganza

Otra cosa no, pero todos sabemos que nuestra protagonista está siempre realmente estresada. Y no es de extrañar, pues su vida y trabajo la llevan siempre al límite. Para relajarse un poco, vemos que, cuatro semanas antes de la fatídica noche, sale de fiesta hasta las tantas con su buena amiga Eve.

Eve vuelve a aparecer en la vida de Annalise

Pero el que tendrá una difícil papeleta en este episodio será Asher, que está nervioso y sudoroso a la hora de llevar un caso. Será el encargado de defender a Tristán; un joven al que se le acusa de haber robado un total de 41.000 dólares, empleando para ello tarjetas de crédito falsas.

Aunque las cosas no llegarán muy lejos por el momento, pues el fiscal recibe un documento en el que se le comunica a Annalise que le han suspendido la licencia para ejercer como letrada. De alguna manera, la junta disciplinaria recibió un vídeo de seguridad en el que se veía a la profesora golpeando al acusado del anterior capítulo.

A pesar de estar convencida de que la que envió la cinta fue la fiscal que le tenía manía, resulta que el culpable fue un tal Barry Lewiston, un miembro de la junta de la universidad. Aunque intenta quejarse a la nueva presidenta, ésta se cansa de sus constantes quejas y la pone en su sitio. Lo siguiente que veremos de Annalise será una bronca del quince con Nate tras beber como una loca, y acabarán cortando tras soltarse varios improperios.

Volviendo al caso de la semana, Tristán no puede devolver el dinero robado, pues ya se lo ha gastado. Toda la pasta ha ido a parar a juguetes y demás objetos para un bebé aún no nacido, que está engendrando su profesora del instituto. Sin embargo, ésta se hace la loca en todo momento y no suelta prenda.

Bonnie se empleará a fondo para librar a su cliente de la cárcel

La agresiva estrategia de Bonnie será subirla al estrado y preguntarle a bocajarro si está esperando un hijo de Tristán. Para evitar incriminarse, acabará acogiéndose a la quinta enmienda, y los cargos contra el padre de su hijo se esfuman. Eso sí, Tristán no está nada contento con sus abogados, pues le preocupa el futuro de su hijo.

La estrategia de Keating para recuperar su licencia, amparada por Eve, es grabarse en vídeo y ante la junta confesando que es alcohólica, y que comenzará un programa de tratamiento si así puede volver a ejercer su profesión. Y, a pesar de que ha vuelto a hacer muy buenas migas con Eve, esta última le comenta que ahora mismo tiene una pareja estable.

En cuanto a Frank, está trabajando de bedel en un hospital. El hombre paga una gran cantidad de dinero por una misteriosa botella. Infiltrándose en un área restringida, Frank asesina con el gas de la botella al padre de Bonnie, que estaba internado allí. Laurel, tras escuchar una conversación, le cuenta a Bonnie el paradero del hombre, y ambas saben que ha sido él el que ha matado a su padre. Bonnie le dice a la estudiante que no le diga nada a Keating.

Keating se ve obligada a hacer un esfuerzo para recuperar su licencia

En los flashforwards, la otra persona de la que hablaban en el anterior episodio es llevada al hospital. Bonnie y Oliver van a ver de quién se trata, y justamente allí está trabajando la novia de Wes. En el quirófano, nos enteramos de que la mujer que están intentando salvar está embarazada, y de que se trata, ni más ni menos, de Laurel.