ABUSO DE PODER

La asistente de localizaciones de 'Hawái 5.0' demanda a CBS por ignorar un acoso sexual y laboral

La víctima informó en varias ocaciones a sus superiores, quienes hicieron caso omiso de las advertencias de la asistente.

Por Redacción El 1 de Noviembre 2017 | 19:09

Por desgracia, parece que la oleada de denuncias de acoso sexual no tiene freno. Tras la tormenta que azotó el panorama hollywoodense con las denuncias por abuso sexual hacia Harvey Weinstein, son numerosos los actores que han manifestado haber sido víctimas de acoso. Incluso en España se ha descubierto algún caso, como el intento de acoso a José Coronado o el reciente caso de Rafa Mora. En esta ocasión, la víctima es Kelly Tolar, asistente de localizaciones y gerente de 'Hawaii Five-0', quien ha presentado una demanda contra CBS por acoso en su trabajo.

'Hawaii Five-0'

La demanda incluye el acoso sexual, incumplimiento de contrato laboral y provocación intencional y negligente de angustia emocional. Todo ello debido a una situación que tuvo lugar en 2015. Tolar señala que su acosador es Jake Downer. Según ella, Downer actuó de forma agresiva y no profesional mientras trabajaban en el set de rodaje.

La asistente asegura que informó de lo ocurrido el 27 de marzo de 2017, enviando una nota a varios gerentes detallando lo ocurrido. "Jake Downer me dice todos los días que debería suicidarme", confesaba en su nota, además se asegurar que la insultaba llamándola "estúpida idiota, retrasada y tonta". Tras este primer aviso, los abusos no cesaron y unos meses más tarde, Tolar volvió a enviar otro mensaje a Jeffrey Downer, padre del acosador y productor ejecutivo de la serie. "Jake es un gilipollas, si esto no puede arreglarse, uno de nosotros debe irse", aseguró Tolar en su segundo informe.

Veneno y chinchetas en la silla

Finalmente, Tolar no tuvo otro remedio que acudir a la policía. En noviembre de 2015 presentó un informa ante el Departamento de Policía de Honolulu. En la demanda, la gerente también incluye que Jake le puso chinchetas en su silla con el fin de hacerle daño, además de agarrarla por el cuello mientras la amenazaba con envenenar el agua de la oficina.