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¿MACHISTA YO?

Dos comensales de 'First Dates', tremendamente opuestos: "Si me preguntas si soy feminazi, mal vamos"

Él comienza la cita diciendo que no hay mujeres ingenieras por un tema de naturaleza.

Por Jose María MartínezPublicado: Miércoles 28 Febrero 2018 12:35

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First Dates

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2016 - Act

España

Citas

5,2

Popularidad: #17 de 2.093

  • 3

Una de las características principales de 'First Dates' son las pruebas que el equipo de casting hace a los participantes para intentar determinar qué dos personas tienen más cosas en común entre sí para que puedan tener otra cita. Otras veces, en cambio, vemos como los responsables sientan a dos personas totalmente opuestas. Dicen que los polos opuestos se atraen pero no será el caso de Avelino e Irene, ya que convirtieron su cita en una lucha ideológica.

Avelino e Irene en 'First Dates'

Avelino e Irene en 'First Dates'

Los dos se saludaron amablemente y tomaron asiento. Comenzaron por las presentaciones y ya surgió el primer desencuentro: "Soy ingeniero, hay menos ingenieros chicas, la verdad". Irene no tardó en contestar: "Yo te podría dar una larga explicación de por qué hay tan pocas chicas en la ciencia". Pero Avelino tenía su propia versión: "A ver, las chicas sois buenísimas en la ciencia pero yo creo que es un tema de naturaleza". Irene, al escuchar esto, comenzó a mosquearse: "Uy... ¿A ti te regalaron cocinitas o herramientas cuando eras pequeño?", preguntaba.

Sin embargo, el chico estaba dispuesto a seguir con su teoría: "El sexo biológico no es algo cultural. En el terreno de la música por ejemplo, las chicas tocan mejor a Mozart porque son más limpias y a los chicos se les da mejor la música improvisada. Nosotros vemos más el conjunto y vosotras veis más el detalle. Esto no lo digo yo, lo dicen los médicos", dice Avelino para dar más peso a su teoría. Irene, de manera irónica le contesta: "Sí, me puedes citar tu fuente, no hay problema". Pero él, que no entendió la ironía, empeoró aún más la situación: "Ah vale, a ver si vas a ser una feminista y la liamos".

Tras esto, Avelino insistió en su pregunta de si ella era feminista. A lo que Irene contestó que lo era "hasta la médula". Él insistió para saber el grado de feminismo que tenía su cita. Pero ella se cansó de la pregunta: "No hay grados de feminista, o lo eres o no. Y si me estás preguntando si soy feminazi, tendremos un problema. Te estas metiendo en un fregado tú solo...", le decía con condescendencia.

Feminismo: un invento para crear tensión entre ambos sexos

Pero Avelino, un kamikaze del amor, decidió seguir con su teoría en lugar de cambiar de tema, que era lo mínimo que podría haber hecho: "Creo que el feminismo es una obra de ingeniería social para crear guerra entre ambos sexos. Hay casos de mujeres que odian a los hombres y si te ofende, disculpa". Irene, haciendo gala de una educación y una paciencia exquisita, le contestó: "Como persona, respeto tu opinión, como mujer me ofende bastante".

La cita podría haber acabado ahí pero Avelino seguramente pensó que ya que el barro le había llegado hasta el cuello, lo mejor era seguir por ahí y demostrar que, por lo menos, es fiel a sus principios, por muy del siglo XII que puedan ser: "¿Te has fijado que está cambiando el paradigma de la sociedad? Antes se decía que para destruir el cristianismo, primero hay que destruir la sociedad". "No soy católica. Bueno, matizo: soy apóstata", le dice ella intentando cortar el tema religioso. "¿Eres apóstata? Vaya por Dios". Ante tal despropósito de cita, Irene no quiso volver a quedar con el chico, a lo que él respondió justamente de la misma manera.

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