'Antena 3 noticias' ha dedicado uno de sus últimos reportajes a 'La casa de los gemelos', un formato que sigue acumulando polémicas desde su estreno. El informativo ha sido especialmente duro con el contenido del reality, al que señala por cruzar límites que en la televisión tradicional estarían claramente regulados.
Durante el vídeo, el equipo de 'Antena 3 noticias' subraya que basta con seguir unos minutos de emisión para encontrar insultos, agresiones verbales y comportamientos vejatorios entre los concursantes. Una dinámica que, según se denuncia, se produce sin filtros, sin edición y sin una clasificación clara por edades, algo que sí es obligatorio en los medios convencionales.
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El programa pone la mirada, sobre todo, en el papel de los anunciantes, que empiezan a mostrar su malestar ante el escenario en el que aparecen sus marcas. YouTube defiende que los contenidos cumplen las normas de la plataforma, aunque desde el propio programa se recuerda que se han aplicado restricciones de edad a determinados vídeos y se ha retirado la monetización de otros por vulnerar las políticas de contenido adecuado para anunciantes.
Uno de los puntos más críticos que plantea 'Antena 3 noticias' es la imposibilidad de controlar el contexto publicitario. A diferencia de la televisión, en YouTube no se decide ni la franja horaria ni el perfil concreto del público ante el que aparece un anuncio. Según los expertos citados, priorizar el alcance masivo puede acabar saliendo caro cuando la marca queda asociada a imágenes de insultos, humillaciones o violencia verbal.
La falta de regulación, en el centro del debate
Más allá del caso concreto del programa, 'Antena 3 noticias' amplía el foco hacia un problema estructural sobre la diferencia de control entre las plataformas digitales y la televisión. Mientras que en la pequeña pantalla existen límites claros sobre qué se puede emitir y en qué horarios, en los entornos digitales la supervisión es mucho más compleja. Un vacío que, según el informativo, afecta al propio contenido y a los anunciantes, que empiezan a reclamar cambios para no ver sus marcas asociadas a formatos que cruzan todas las líneas.
