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DESORIENTADA

Un comensal de 'First Dates', rechazado por hablar como en el Siglo de Oro: "No te entiendo cuando hablas"

Yeray llegó dispuesto a conquistar a una joven apuesta para que le quitara su narcisismo pero nada salió como esperaba.

Por Lola SerranoPublicado: Jueves 14 Febrero 2019 14:32 | Última actualización: Jueves 14 Febrero 2019 14:33

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First Dates

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2016 - Act

España

Citas

5,2

Popularidad: #25 de 2.055

  • 3

Los comensales en 'First Dates' están dispuestos a hacer cualquier cosa por conquistar a su cita, incluso llegar a hablar estilo Siglo de Oro. El problema llega cuando la otra persona no comprende la dificultad de las palabras. Este ha sido el caso de la cita entre Yeray y Ane. Ambos tenían el mismo objetivo: encontrar el amor, pero tal vez con técnicas muy distintas para ligar. Ane necesitaba un chico que entendiera de moda, Yeray quería a una chica muy conservadora.

Ane y Yeray en 'First Dates'

Ane y Yeray en 'First Dates'

Yeray hizo gala de sus mejores técnicas para ligar y, al ver a Ane, decidió sacar a relucir lo que mejor se le daba, hablar cual Francisco de Quevedo en pleno Siglo de Oro: "La juventud de esta chica, me parece cuanto menos oportuna, porque yo vivo un drama desde que la flor de mi adolescencia quedó marchita y me veía obligado a afeitarme cada dos días para mantener mi semblante imberbe". Ane, desorientada ante sus confusas palabras, fue clara: "No te entiendo cuando hablas, habla normal".

Pero Yeray insatisfecho con su dedicatoria quiso retar a la joven: "Yo experimento un narcisismo, vivo enclaustrado, encerrado y enamorado de mí mismo, lo cual me ha impedido tener pareja. Quería lanzarte el reto de despojarme de ese narcisismo y fijar mi atención en tu persona, hasta el paroxismo del enamoramiento", concluía. "Háblame más claro, llevo toda mi vida hablando en eusekera o inglés y no tengo ni idea de castellano culto", decía Ane.

Encuentro final

Por más que ambos intentaron conocerse, el amor no surgía, ni siquiera forzado. En el encuentro final Ane prefirió ser educada en su rechazo: "No quiero ser borde, ni mala. Me caes bien, pero no para tanto". Lo que nadie esperaba es que, tras el rechazo, Yeray quisiera seguir conociéndola, o ese creemos por lo que contestó: "Cualquier oportunidad es buena para vivir ambientes capitalinos y abandonar la provincia por unos días".

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