OPINIÓN

Crítica de '30 monedas', el pequeño pueblo de los horrores de Álex de la Iglesia

HBO España se anota otro tanto en el apartado de la producción local con esta apuesta en firme por la ficción de género.

Por Alejandro Rodera El 23 de Noviembre 2020 | 12:00

Álex de la Iglesia domina como nadie el arte de contener el caos en una botella para acabar estampándola contra el suelo. Las escaladas de tensión son la especialidad del cineasta vasco, que a lo largo de su filmografía nos ha tirado de la cruz del Valle de los Caídos y nos ha arrastrado por las cloacas, entre otras tantas locuras inolvidables que hemos vivido sobre todo en la gran pantalla. Sin embargo, su estilo también quedó inmortalizado en la televisión con 'Plutón BRBnero', su regreso sin tapujos a la ciencia ficción con la que debutó con "Acción mutante". Una década después, de la Iglesia vuelve a un medio en pleno apogeo con '30 monedas', planteando un arrollador y terrorífico thriller que lleva el horror desenfrenado al territorio más inesperado.

El pueblo sigue a Vergara en '30 monedas'

La producción original de HBO Europe está ambientada en Pedraza, un modesto pueblo segoviano entre cuyas murallas nunca pasa nada. A estas alturas de la premisa, hasta el espectador menos avispado ya sabe que eso de que "nunca pasa nada" no suele tardar en resquebrajarse y dar lugar a un polvorín, y en el caso de '30 monedas' ese estallido va mucho más lejos. Haciendo honor a su sello de identidad, de la Iglesia y su asiduo colaborador en los guiones, Jorge Guerricaechevarría, rompen con la paz de esta localidad, pero no de una manera tímida, sino que la convierten en el epicentro de una batalla entre el bien y el mal que puede desembocar en el final de la humanidad tal y como la conocemos.

El punto de inflexión es la llegada del padre Vergara (Eduard Fernández), un enigmático sacerdote que ha sido destinado a ese remoto lugar tras especializarse en el mundo del exorcismo y pasar por la cárcel. Sus vecinos no conocen nada de ese pasado, pero se dan cuenta de que desde su irrupción han comenzado a suceder cosas extrañas. Muy extrañas. Ante ese cúmulo de inexplicables desdichas, el alcalde del pueblo, Paco (Miguel Ángel Silvestre), establece una alianza con la veterinaria, Elena (Megan Montaner), para arrojar luz sobre la amenaza que se cierne sobre ellos. Pero cuando esa sombra resulta ser mucho más alargada de lo que pensaban, se desata una guerra de proporciones épicas y de una ambición con pocos precedentes en la televisión española.

Paco y Merche, un matrimonio en apuros en '30 monedas'

Fantasía sin fronteras

La escala de '30 monedas' no tarda en expandirse. A lo largo de sus ocho episodios, Pedraza se mantiene como la base de operaciones, pero se van haciendo más frecuentes las localizaciones internacionales que subrayan que esto es, al mismo tiempo, un conflicto local y universal. Una dualidad que reside en el mismo espíritu de la serie, y que sirve para explotar al máximo el contraste entre lo prosaico de la vida en el pueblo con lo disruptivo de unos efectos visuales abrumadores, que se integran de manera audaz para dar rienda suelta a las fantasías más lúgubres de Guerricaechevarría y de la Iglesia.

Tanto en el apartado de efectos como en el de guion, la tendencia ascendente es uno de los elementos distintivos de la serie, que consigue sorprender episodio tras episodio, elaborando un apasionante crescendo que no deja un solo capítulo sin su correspondiente clímax. Al entrar en el juego de '30 monedas', te montas a lomos de un monstruo que no para de crecer, de proponer situaciones originales y de sacudirse cualquier sospecha de que sabemos hacia dónde se dirige. El reverso negativo de todo esto es que, como suele ser habitual en las obras del director bilbaíno, cuanto más crece la bola de nieve más complicado es detenerla sin que se desmorone justo al final. En el caso de '30 monedas', el desenlace resuelve en términos generales el conflicto que se plantea, dejando puertas abiertas para una segunda temporada, pero no le habría venido mal algo más de desarrollo a un capítulo final un tanto atropellado.

Elena se enfrenta a las fuerzas del mal en '30 monedas'

La semilla del mal

Aun así, si dividimos la filmografía del cineasta entre las cintas que huyen hacia delante y las que culminan con buen pie su catarsis, '30 monedas' se decantaría más por la segunda categoría. La ficción de HBO es un derroche de originalidad y personalidad, desde la distintiva música de Roque Baños hasta un elenco de personajes muy variopinto, que muestra a Fernández, Miguel Ángel Silvestre, Megan Montaner o Macarena Gómez en unos roles muy extravagantes. Y es que el regreso de Álex de la Iglesia a la pequeña pantalla hace de la excentricidad su fuerte, impulsando una exploración espeleológica del origen del terror con un enfrentamiento que demuestra que el bien y el mal son las dos caras de una misma moneda.