El horror que vivió hace años Christine Blasey Ford ha desatado, paradójicamente, algo maravilloso. Ha roto la mordaza de las millones de mujeres en todo el mundo que han sufridos abusos por su mera condición de mujer y, en un acto de sororidad sin precedentes, decenas de rostros populares se han animado a contar su historia públicamente para dar ánimos a Ford, una de las presuntas víctimas de abusos por parte del el juez nominado al Tribunal Supremo estadounidense, Brett Kavanaug, y que ha tenido que comparecer ante el comité judicial del Senado en el Capitolio por tales declaraciones, ya que no entendían que hubiera guardado silencio durante tanto tiempo y lo contara ahora.
'Nieves Herrero'
"Cuando tenía entre tres y cinco años sufrí abusos de un amigo de mis padres. Dicen que no se tiene memoria y conciencia de las cosas hasta los cinco años, pero yo recuerdo todo aquello perfectamente. El cerebro no te engaña y te lo recuerda. Hasta que prefieres olvidarlo para evitar el daño", confesaba la periodista, en una de sus entrevistas más íntimas y profundas.
"Compartir es quitar peso a la conciencia"
Según ha relatado, ese "amigo" de sus padres jugaba con ella a las cosquillas, pero unas que nunca la hicieron reír, porque "llegaban donde no tenían que llegar". "Eran manos de plomo, manos que pesan. Desde entonces siento que hay manos de plomo que pesan en el alma", relataba.
Cuando Herrero supo lo que de verdad había pasado, tuvo el coraje de contárselo a sus padres, que sacaron a ese hombre de sus vidas de inmediato. Ahora, abre sus recuerdos al mundo entero, en parte porque sus padres ya no están. También porque para ella "compartir es quitar peso a la conciencia, es denunciar y visibilizar un enorme problema de nuestra sociedad que tenemos que contar de lleno".
