'State of Affairs' 1x10 Recap: "The War at Home"

'State of Affairs' sigue teniendo una mala relación con la audiencia en este décimo episodio "The War at Home". Sube el número de espectadores, casi cuatro millones y medio, pero baja el rating. Realmente la guerra más sangrienta la tienen en casa.

El caso de la semana

No hay forma de sacar nada a los terroristas detenidos en el episodio de la semana pasada. Los miembros de Ar Rissalah se han cerrado en banda y no dicen nada, pero nada, de nada, de donde están el resto de las bombas. Sus indagaciones les llevan de nuevo hacia un viejo conocido, el profesor Ahmad Ahmadi, cuya página web ya cerrada, parece el lugar de encuentro de los terroristas.

Charlie, con su encanto personal desmedido, o ose cree ella, consigue que el hombre les de acceso a sus servidores, gracias a lo cual descubren donde los terroristas tenían escondidas las bombas. Bombas que también encuentran gracias a Charlie, porque parece que los artificieros no saben hacer su trabajo, ni aunque tengan un super mega robot con cámara super tecnológico.

El problema es que como Charlie no se encarga de desactivar las bombas, una explota, matando al pobre artificiero. Sin embargo, como las bombas ya están localizadas y destruidas se considera que el trabajo está acabado y bien hecho. Lo consideran todos, menos Charlie (que sabe que si ella hubiera desactivado las bombas otro gallo hubiera cantado).

El otro problema, sí, hay dos, es que al final del episodio nos damos cuenta, nosotros, los espectadores, no ellos, los de la CIA, que Ahmad Ahmadi no es tan buen ciudadano como cabría esperar. Dentro de su armario hay un buen cargamento de chalecos suicidas. Como ya dijimos la semana pasada, si parece demasiado bueno, ¡desconfía!

Objetivo: La CIA

A la presidenta la tienen la cabeza loca y ya no sabe ni que hacer, la tiran dardos envenenados por todos lados y literalmente, otras cosas, en un discurso que está dando. No se entienden sus decisiones ni políticas, ni militares, y su índice de popularidad está cayendo en picado. La gran idea de David, que arda la CIA.

Buscando un cabeza de turco y siguiendo el principio de "a los amigos cerca, pero a los enemigos más", Constance Payton pide ayuda al senador Burke (el análogo masculino de la senadora Green, o aún peor) para que le ayuda con una investigación a la CIA, para que todas sus motivaciones queden claras.

El senador Burke se quiere hacer cargo de todo e increíblemente la presi le deja y entonces, ¿qué hace? Ir directito hacia Charlie. ¡¡Cómo no!! Yo la verdad es que haría exactamente lo mismo. Creo que ella y Lucifer hacen de este mundo un sitio muchísimo peor... pero bueno, en esto que llega el director en funciones de la CIA, Banks, y le manda a la mierda.

Todo el mundo quiere al director en funciones Banks.

Por otro lado, descubrimos que el plan primero de la presidenta, ¡qué tenía un plan! Desconfiados. Era enterrar a Burke en papeleo inútil, mientras la Operación Bellerophon se desarrolla sin cotillas a su alrededor y sin molestias añadidas. Esta mujer está a todo.

Nick, Nick, Nick... y Fatah, y Syd, y...

¿Os acordáis de Syd? Pues ha reaparecido en Mindanao, Filipinas, que es justamente donde está Nick y Fatah en busca de Sheikh Hakam. Los terroristas sí que saben esconderse. En un giro raro de los acontecimientos, están a punto de matar, o detener, o no sé, a Nick y Fatah en Filipinas jorobando la Operación Bellerophon, cuando alguien, un ente mágico, o los ángeles celestiales, o tal vez el Grupo Krieg, no sé... les salvan las vida sin dar señales de ella. En vez de dar las gracias y seguir para delante, que sería lo normal, el que acompaña a Nick y Fatah dice que de ahí no se mueven hasta que no se deshagan de los que les siguen.

Nick aprovecha unos segunditos que tiene libres para llamar a Charlie y pelar la pava, a no, perdonad, para saber si Charlie le ha mandado ayuda. Al descubrir que es como él pensaba, vamos, que no... se va a la caza y captura de los ángeles bienhechores y se carga a uno, que resulta que es estadounidense... menudo drama. El otro escapa, no sin antes amenazarle, y sí, señoras y señores, el que le amenaza es... tachan, tachan, ¡Syd! Lo que le da también bastantes puntos para haber sido él, quien le secuestro en primer lugar.

El "ship" de esta serie

Malos momentos para el amor, bueno... dependiendo de que clase de amor. Víctor Gantry intenta comprar a su nuevo empleado Kurt Tannen con una tarjeta de crédito sin límite de gasto, de color negro y sin nombre (me voy a ahorrar el chiste), para que se compre un coche, cuando, justamente, éste estaba pensando en llamar a Maureen o Lucas, vamos a pensar que a Maureen. Mientras, curiosamente, Maureen está en la CIA defendiendo a Kurt ante Lukas. ¡Ya era hora!

Volviendo al tema, aquí tenemos otro "ship" claro. Kurt y su flamante coche nuevo, con un, supongo, nuevo localizador incluido. Kurt no es tonto, menos mal, y "solo" ha tardado unas semanas en darse cuenta de que las intenciones de Gantry no son tan "limpias" como era de prever (tampoco voy a decir nada sobre esto). Kurt pide explicaciones y Gantry no se va por las ramas, quiere saber todo lo que Kurt sabe sobre la Operación Bellerophon y Fatah.

Conclusiones de "The War at Home"

Los álbumes de fotos de la presidenta están super mal organizados y solo tienen dos hojas que se puedan ver. Su marido le puso los cuernos con la senadora Green en el pasado. ¡¡Marshall!! Que habíamos puesto un voto de confianza en ti. Es que no te puedes fiar de nadie.

Kurt se puede cargar el "ship" y toda la confianza que tengo puesta en él, si se chiva a Gantry... aunque seriamente, Charlie se tiene ganada una humillación pública desde que empezó la serie. Si se chiva, tal vez hasta le perdone.

No sé, si Syd tiene edad para ir por la selva de Filipinas disfrazado de Big Foot, pero al hombre se le ve muy motivado, repetiré la pregunta: ¿Quién es Syd? ¿De quién es amigo? ¿Para quién trabaja? ¿Por qué Nick siempre tiene la misma expresión en la cara le pase lo que le pase? La respuesta a estas preguntas, o tal vez no, en el próximo capítulo.

En el próximo episodio de 'State of Affairs'

En el capítulo 11, llamado "The Faithful", Charlie y Lucas se unen a la persecución de uno de los terroristas de Ar Rissalah. El cual se escapó, en mitad de los bosques de Virginia, cuando le trasladaban. Mientras tanto, la presidenta Payton, hace un trato con los medios de comunicación para mantener en secreto la Operación Bellerophon. En el otro lado del mundo Nick y Fatah esperan la llegada del hombre más peligroso del planeta, Sheikh Hakam.