LA VISIÓN DEL REDACTOR

'Bajo sospecha': recuperando el género policiaco

Analizamos el primer capítulo de la ficción producida por Bambú tras su proyección a los medios.

Por Pedro Martín El 17 de Febrero 2015 | 12:33

Antena 3 estrena este martes 17 de febrero, en prime time, 'Bajo sospecha', un drama policiaco protagonizado por Yon González ('Gran Hotel', 'El internado'), Blanca Romero ('Física o química'), Lluís Homar ('Hispania'), Pedro Alonso, Alicia Borrachero ('Hospital Central') y Armando del Río ('Sin tetas no hay paraíso').

La ficción, dirigida por Silvia Quer y Jorge Sánchez Cabezudo y basada en una idea original de Ramón Campos y Gema R. Neira, narra la investigación de dos policías entregados al completo en un caso, Víctor (Yon González) y Laura (Blanca Romero), y su superior, el comisario Casas (Lluis Homar).

'Bajo sospecha': recuperando el género policiaco

'Bajo sospecha': recuperando el género policiaco

Bambú Producciones presenta 'Bajo sospecha' como un thriller más contenido y de mayor tensión que va más allá de una serie policiaca de acción. Desde la productora buscan que el espectador esté buscando pistas desde los primeros minutos, objetivo que consiguen, como ya hemos podido comprobar.

El capítulo comienza con la presentación de la pareja formada por Carmen Castro (Alicia Borrachero) y Roberto Vega (Pedro Alonso), quienes tienen tres hijos Emi (Georgina Amorós), Pablo (Roger Padilla) y Alicia (Aroa Palacios). Estos se disponen a celebrar la primera comunión de Alicia. Tras una secuencia inicial en la que podemos apreciar el clima de misterio que envuelve desde el inicio a la serie, nos trasladamos al banquete, momento que sirve para presentarnos al resto de miembros de la familia, agrupados a través de la petición de una foto de grupo en la que aparezcan todos. Este deseo es algo que nunca se verá cumplido y que nos conduce al inicio de la trama: la pequeña Alicia Vega ha desaparecido el día de su comunión en el restaurante familiar.

Unos personajes con unos perfiles muy marcados

Después de una búsqueda inicial sin éxito en la que podemos perfilar ligeramente a cada personaje (miradas que se cruzan, lloros...) la conclusión nos la acaba ofreciendo el policía jefe del pueblo de Cienfuegos, Rafael Vidal (Vicente Romero): "si el restaurante estaba cerrado el responsable tenía que estar dentro, por lo tanto es alguien de la familia". Con este planteamiento 'Bajo sospecha' ha conseguido que en apenas diez minutos el espectador tenga como cuestión principal: "¿qué habrá pasado con la niña?", añadiendo al mismo tiempo que se sienta intrigado por otro tipo de planteamientos motivados por las miradas entre los personajes o los diálogos que inducen a pensar que todo el mundo en esa familia oculta algo.

Yon González y Blanca Romero protagonizan 'Bajo sospecha'

No podemos pasar por alto la forma en que se nos presenta al trío protagonista. Lo que puede parecer una conversación normal entre un comisario y dos agentes que están a punto de infiltrarse en un pueblo para resolver un caso, se nos plantea con unos diálogos en los que cada palabra o gesto cuenta para descubrir unos personajes cuidadosamente construidos con unas personalidades muy definidas. El inspector Casas (Lluís Homar) sirve de punto de equilibrio entre los policías Víctor (Yon González) y Laura (Blanca Romero), y es que desde la posición inicial ante su superior, ella en tensión sentada en una silla y él cómodamente sobre una mesa, se puede apreciar el choque de dos personalidades totalmente dieferentes.

Esta especie de condena que supone hacerse pasar por una pareja enamorada siendo polos opuestos para no levantar sospechas en su llegada al pueblo, provoca que entre tanto misterio e intriga también podamos disfrutar de algo de humor a través de unos diálogos cargados de ironía entre ambos personajes que provocan la sonrisa en el espectador. Mientras que vemos como Laura es incapaz de saltarse el protocolo o cuestionar una orden, con Víctor encontramos una actitud diferente, capaz de desafiar a sus superiores utilizando métodos poco convencionales para descubrir la verdad. En este capítulo podemos ver varios momentos en que estas diferencias se evidencian, ofreciendo como resultado dos personajes llenos de matices interpretados a la perfección tanto por Yon González como por Blanca Romero.

No debemos pasar por alto al resto del reparto, pues sin ninguna duda el trabajo actoral es uno de los puntos fuertes de 'Bajo sospecha'. Es cierto que la ambientación con un alto porcentaje de rodaje en exteriores está muy cuidada, lo mismo ocurre con los diálogos. Parece que cada frase tenga una causa justificada que la ubique en los labios de uno u otro personaje, y esto solo ocurre en los buenos guiones. A todo esto debemos añadir los gestos de los personajes, no hay ninguno de ellos que no invite al espectador a que se plantee cuestiones como "¿qué estará pensando?", "¿por qué habrá hecho ese comentario?", "¿qué oculta?" de esta forma se consigue que el espectador construya ese interés que le motivará a seguir detalladamente el desarrollo de la trama.

'Bajo sospecha': recuperando el género policiaco

Podemos citar varios ejemplos de misterios que se plantean en este primer capítulo: enfrentamiento repentino entre los hermanos Roberto (Pedro Alonso) y Andrés (Armando del Río) tras la desaparición de la niña, secretos entre los abuelos paternos Germán (José Ángel Egido) y Pilar (Gloria Muñoz), o entre Andrés y su mujer Begoña (María Cotiello), y es que cada habitante de Cienfuegos parece que oculta algo.

Las calles de Cienfuegos atraparán al espectador

En definitiva tras acabar de ver el primer capítulo uno se queda con la sensación de no querer salir de las calles de Cienfuegos con el deseo de seguir encontrando pistas e ir resolviendo misterios, que nos alejen de la culpabilidad de unos personajes y nos conduzcan a otros.

Al contrario que en otras series de intriga en las que es evidente que el rol de culpable se lo barajan desde el primer capítulo entre dos o tres candidatos, en esta ocasión el cuidado extremo de cada personaje hace que todos estén bajo sospecha del espectador y es que no sería fácil escuchar en una investigación como esta frases como "elemental mi querido Watson" pues el misterio y la intriga están garantizados y muy bien administrados. Hagan sus apuestas y no pierdan detalle, definitivamente aquí nadie es inocente hasta que se demuestre lo contrario.