CRÍTICA

Crítica de 'The Good Doctor': La entretenida repetición de una fórmula ya vista

La ficción protagonizada por Freddie Highmore se estrena en AXN el 24 de octubre.

Por Fernando S. Palenzuela El 24 de Octubre 2017 | 09:33

Las series médicas han sido a lo largo de la historia un formato muy recurrido y así lo demuestra el enorme éxito de ficciones como 'Anatomía de Grey' que, tras catorce temporadas en antena, sigue demostrando una gran fortaleza o de 'Urgencias', su predecesora. Probablemente por este mismo hecho, y dado que no hay en la actualidad ficciones dedicadas a la Medicina que mantengan el rendimiento de Meredith Grey y los suyos, nace 'The Good Doctor'.

Freddie Highmore es Shaun Murphy en 'The Good Doctor'

La ficción protagonizada por Freddie Highmore nos introduce al doctor Shaun Murphy, un joven residente que sufre autismo y el síndrome Savant, debido al cual es capaz de retener de una forma prodigiosa los conocimientos. A partir de ahí se genera un procedimental en donde hay un caso por resolver en cada episodio, pero, más allá, parece incapaz de ofrecernos algo no visto con anterioridad.

El principal problema de 'The Good Doctor' se encuentra en este punto, y es que está concebida como una serie más para entretener al público. Hay que dejar claro que esto no es un problema, ya que a fin de cuentas el objetivo ulterior de una producción de ficción televisiva debe ser este. Sin embargo, da la sensación de jugar con parámetros ya vistos y no crear nuevas fórmulas, especialmente al tratar el tema del autismo. 'The Big Bang Theory' lleva años haciéndolo, así como ahora su reciente spin-off 'El joven Sheldon' y, en verano, 'Atípico'. Volvemos a la explotación de fórmulas que funcionan.

Freddie Highmore brilla por encima de todos y todo

Freddie Highmore en 'The Good Doctor'

La estrella de la serie, con todos los honores, es Freddie Highmore. El actor borda el personaje, logrando conectar con la audiencia y transmitirle sus sentimiento y su sensación de impotencia ante las injusticias que vive. Aunque esto no debería pillarnos por sorpresa, y es que el protagonista ya realizó un personaje sacado de lo común con su interpretación de Norman Bates en 'Bates Motel'. Tanto es su buen hacer que consigue eclipsar al resto del elenco, en donde solo llega a permanecer en la memoria Nicholas Gonzalez, quien da vida al doctor Neil Melendez, el principal antagonista.

Algo similar ocurre con las tramas, dado que todo el piloto se centra en la llegada del personaje y en el caso a resolver. Existe alguna relación amorosa entre médicos que da un pequeño apunte para ir abriendo boca, pero queda demasiado diluido, probablemente por el hecho de que ninguno tiene el carisma suficiente para destacar junto a Highmore. En cuanto al caso médico presentado en este capítulo, sí que resulta llamativo y junto a su puesta en escena favorece el poder conocer los derroteros por los que seguirá la serie.

El juego de la emoción, su mayor aliado

Freddie Highmore, protagonista de 'The Good Doctor'

Durante el metraje del primer capítulo se juega en varias ocasiones con los orígenes de Shaun. Proviene de una familia en donde ha sido siempre infravalorado excepto por su hermano, quien lo ha defendido a capa y espada. En este background se encuentra la razón por la que el protagonista se convirtió en médico, así como la escena más sentimental del episodio. Es probable que resulte demasiado lacrimógena, pero al mismo tiempo favorece el objetivo de que el espectador empatice con el personaje.

En definitiva, 'The Good Doctor' es una serie que ayuda a pasar un buen rato, ya que la función de divertimento la cumple a la perfección. El problema llega cuando esperas algo más de ella y descubres que la fórmula empleada es conocida y que, salvo por unas animaciones bastante elaboradas y un protagonista que lleva todo el peso de la serie sobre sus hombros, no aporta nada por lo que pueda ser recordada en un futuro. 'The Good Doctor' sigue el camino de tramas de 'Anatomía de Grey' y de un personaje llamativo como en 'House', pero, quizá, debería de apostar por una renovación que la haga diferente.