TRISTE CONFESIÓN

Aritz ('GH 16') comparte el duro episodio personal que arrastra desde hace cuatro años

El exconcursante del reality de Telecinco ha desvelado la nula relación que mantiene con su abuela por culpa del miedo que tiene a explicarle ciertas cosas.

Por Javier Cuesta El 20 de Julio 2019 | 14:13

El concursante de 'Gran Hermano 16' Aritz Castro lleva tiempo alejado de las cámaras tras su salida del concurso de Telecinco, pero eso no significa que no siga compartiendo detalles de su vida a través de las redes sociales. "El tipo del sombrero" se encuentra en un buen momento, pero un remordimiento que le lleva persiguiendo cuatro años ha provocado que explotará y lo contará a través de su cuenta de Twitter.

Aritz Castro, concursante de 'Gran Hermano 16'

Tras admitir lo mucho que le cuesta "exponer sus sentimientos" y que incluso se le hace "más fácil hacerlo con desconocidos", ha revelado que hace más de cuatro años perdió todo contacto con su abuela, por culpa de sus miedo a hablar de su paso por el reality de Telecinco y de su orientación sexual con ella: "Es una señora encantadora, pero nunca he sabido cómo abordar el tema sin réplicas o sin tener que explicar ciertas cosas que no tienen explicación".

El vasco se arrepiente de todos los momentos que ha dejado escapar para volver a hablar con ella, ya que le llamó repetidas veces. Aritz se lamenta de que cada día que pasa es "un día más sin disfrutar de su compañía, de su cariño, de su fuerte carácter y su manera brusca de decir las cosas", pero, sobretodo, de lo que más se arrepiente es de no haber podido felicitarla por su reciente boda: "Quiero abrazarla y decirle que la quiero mucho y que no olvido todo lo que ha hecho por mí. Quiero y no puedo y me duele".

Nunca es tarde

"Tan solo quiero coger el teléfono y hacerle saber todo lo que la he echado de menos estos años. Era lo que estaba a punto de hacer antes de empezar a escribir", confiesa Castro a sus seguidores de la red social, pero su "miedo" e "incertidumbre" le ahogan y le han hecho colgar "justo antes de escuchar el primer tono". El vasco se pregunta si quizás mañana será el día y, por si no lo fuese, solo espera que en algún momento ella vuelva a llamarle y el miedo no le haga dejar sonar el teléfono sin respuesta.