'Mindhunter', muerta y enterrada: David Fincher insiste en que no habrá tercera temporada

El cadáver de 'Mindhunter' todavía está apilado, junto a tantos otros, en el limbo de Netflix a la espera de conocer si revive o si es enterrado a dos metros bajo tierra. Evidentemente, los tres años y medio de silencio institucional desde el estreno de la segunda temporada no invitan al optimismo, al igual que las tajantes declaraciones con las que David Fincher suele abofetearnos de vez en cuando. Previamente, el cineasta ya aclaró que el elevado coste de la serie y lo extenuante de la experiencia eran losas que dificultaban el regreso, el cual no descartaba por completo, pero ahora se ha manifestado con mayor contundencia.

"Estoy muy orgulloso de las dos primeras temporadas. Pero es una serie muy cara y, a ojos de Netflix, no atrajimos a la suficiente audiencia como para justificar una inversión de esa magnitud", arrancaba Fincher en declaraciones a Le Journal du Dimanche, recogidas por TVLine. Hasta ahí, se mantiene en la línea habitual, pero después da la razón a la plataforma ante una situación que exigía tomar una decisión drástica: "El día que nuestros deseos no coinciden, tenemos que ser sinceros acerca de separar nuestros caminos".

Además, el director, que hizo las veces de showrunner en el proyecto, no duda en alabar a Netflix, que impulsó 'Mank' y lanzará este año 'The Killer'. "No les culpo. Tomaron riesgos para sacar la serie adelante. Es una bendición poder trabajar con gente capaz de ser atrevida", apunta Fincher, que parece estar lejos de cumplir la profecía que compartió con Vulture en octubre de 2020, cuando matizó que 'Mindhunter' podría regresar "quizá dentro de cinco años".

Así habría sido

Con los actores liberados de sus contratos desde hace años y con el pesimismo esgrimido por Fincher, tan solo nos queda pensar en cómo habría sido la tercera temporada. Por suerte (o por desgracia, según se mire), el director Andrew Dominik ya desveló a Collider el rumbo que habrían tomado esos episodios, que se habrían ambientado en Hollywood para codear a Bill y Holden con cineastas de la talla de Jonathan Demme y Michael Mann. De este modo, se reflexionaría sobre el salto del método de análisis de asesinos en serie a la gran pantalla. "Era la temporada que todos teníamos más ganas de hacer, cuando salían del sótano para ponerse manos a la obra", explicó Dominik.