'¡A ORDEÑAR!'

La tórrida ducha entre Bea Retamal y Dani García: "¿Me la vas a meter con los gayumbos puestos?"

'Pesadilla en El Paraíso' vivió un momento de lo más surrealista entre la pareja.

Mediaset España

Por Redacción El 14 de Noviembre 2022 | 10:37

Los concursantes de 'Pesadilla en El Paraíso' siguen intentando mantenerse en la granja, pero los asuntos amorosos han copado el grueso de las tramas del reality en detrimento del cuidado de los animales. Precisamente, han sido Bea Retamal y Dani García Primo quienes han intentado protagonizar una tórrida escena que bien les podría haber valido una hipotermia mientras su intención era mantener relaciones sexuales.

Pese a que la valenciana entró en el espacio de Fremantle con el objetivo de desmontar a su exnovio y quitarle una metafórica careta, ambos volvieron a darse cuenta de que la llama del amor estaba muy viva. De hecho, pudimos ver en 'El debate' cómo improvisaron una especie de cabina para que las cámaras no pudiesen grabarles mientras daban rienda suelta a la pasión: "Algo hay que hacer. Después de montar este tinglado...", aseguraba García.

Bea Retamal y Dani García, en 'Pesadilla en El Paraíso'

Las intenciones eran claras y Dani lo dejó patente con un comentario jocoso: "¡A ordeñar!". Instantes después, Bea solicitaba ser la primera entrar en la ducha: "No llevo sujetador". Pese a las bajas temperaturas que ambos reconocían mientras hablaban entre ellos, la ganadora de 'Gran Hermano 17' intentó dar con la solución: "Ven, caliéntame. [...] Pero quítate los gayumbos... ¿O me la vas a meter con ellos?", podía escucharse. La curiosa pareja comentaba de viva voz cuáles eran sus intenciones sin reparo alguno: "Primero follamos y luego nos duchamos", planeaba Retamal.

Un final poco feliz

El encuentro puede catalogarse como fallido a juzgar por las palabras de Dani: "Venga hombre, venga. Esto ni una peli porno... ¡Aquí no folla ni Cristo con esta temperatura!", aseguraba mientras salía de la cabina a por una toalla. Tiritando, las quejas continuaban apareciendo hasta que Bea le pidió una toalla: "Yo te arrimo lo que tú quieras, menos la cebolleta...", concluyó con resignación.