Alfredo Landa

Alfredo Landa Areta fue un actor español, considerado uno de los referentes de la interpretación española, llegando a personificar todo un fenómeno cinematográfico, que fue el llamado Landismo, que se inició en la década de los 70. Entre los premios que obtuvo en vida estuvieron la Palma de Plata del Festival de Cannes, dos Premios Goya (más uno de honor) y cuatro Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos.

Landa nació el 3 de marzo de 1933 en Pamplona, Navarra. Hijo de un capitán de la Guardia Civil, con solo seis años su familia se traslada desde el pueblo de Arive hasta Figueras. Con 12 años, se marchó a San Sebastián, donde inició sus estudios de Derecho cuando llegó a su juventud. Fue durante la carrera donde tuvo su primera experiencia en el teatro, llegando a representar más de 40 obras en la Fundación del Teatro Español Universitario.

Decidió trasladarse a Madrid en 1958, continuando su carrera en el teatro, llegando a trabajar con Julia Gutiérrez Caba en la obra "El cenador" de Alec Coppel; así como también en obras de Carlos Arniches y Juan José Alonso Millán. Su salto al cine fue primero como actor de doblaje. Fue en 1962 cuando debutó delante de las cámaras, con la película "Atraco a las tres", de José María Forqué. Un año después apareció en "El verdugo", de Luis García Berlanga.

Continúa trabajando en el cine, combinándolo con el teatro, en títulos como "La verbena de la Paloma", "Nobleza baturra", "Historias de la televisión", "Ninette y un señor de Murcia" o "La ciudad no es para mí", trabajando con directores como José Luis Sáenz de Heredia, Jaime de Armiñán o Fernando Fernán Gómez.

Del Landismo a su consagración internacional como actor

A finales de los 60 e inicios de los 70, Landa protagoniza una serie de películas que terminarían definiendo el fenómeno del Landismo, un tipo de cine de comedia, considerado heredero de la revista teatral, siendo "No desearás al vecino del quinto", de Tito Fernández, y "¡Vente a Alemania, Pepe!", de Pedro Lazaga, los exponentes más clásicos. Landa trabajó con otros directores emblemáticos de esta época, como Mariano Ozores, Fernando Merino o Luis María Delgado; así como también con otros actores simbólicos del landismo como José Luis López Vázquez, José Sacristán o Gracita Morales.

En 1977 cambia de registro para aparecer en "El puente", dirigida por Juan Antonio Bardem, considerado uno de sus mejores trabajos artísticos. A finales de los 70 e inicios de los 80, consolida su imagen de actor de prestigio, bajo la dirección de cineastas como Berlanga, Mario Camus, Basilio Martín Patino, José Luis Garci, José Luis Borau, José Luis Cuerda, Antonio Mercero y Manuel Gutiérrez Aragón, en películas como "La vaquilla", "Los santos inocentes", "Los paraísos perdidos", "Las verdes praderas", las dos entregas de "El crack", "Tata mía" o "El bosque animado".

En 1984 obtiene la Palma de Plata al mejor actor en el Festival de Cannes, por su trabajo en "Los santos inocentes", ex aequo con su compañero de reparto Francisco Rabal. Obtuvo dos Premios Goya por "El bosque animado" y "La marrana". Entre sus últimos trabajos reconocidos están "Historia de un beso", "Tiovivo c. 1950" y "Luz de domingo". En marzo de 2007, durante la celebración del Festival de Málaga, anunció su retiro profesional. Un año después, le fue concedido el Premio Príncipe de Viana.

Su experiencia en televisión

Aunque consagrado como actor de cine y teatro, también tuvo una prolífica carrera en la televisión. En los 60, destacó en 'Confidencias' y 'Tiempo y hora', ambas de Jaime de Armiñán. Fue en los 80 y 90 cuando trabajó más para la pequeña pantalla, apareciendo en ficciones como la versión serializada de 'Ninette y un señor de Murcia', 'Tristeza de amor' y series icónicas como 'El Quijote de Miguel de Cervantes', 'Lleno, por favor', la versión televisiva de 'Por fin solo' o 'En plena forma'. Su último trabajo reconocido en la pequeña pantalla fue interpretando al hermano de Antonio Resines y Jesús Bonilla en 'Los Serrano'.

Estuvo casado con Maite Imaz Aramendi, a la que conoció de joven en San Sebastián cuando los dos estuvieron en el Teatro Español Universitario. El matrimonio tuvo tres hijos, Idoia, nacida en 1964, Alfredo, nacido en 1966, y Ainhoa, nacida en 1969. Estuvo casado con Imaz hasta el día de su fallecimiento, el 9 de mayo de 2013, tras haber padecido la enfermedad de Alzheimer en los últimos años de su vida. Su viuda murió tres años después.