'American Horror Story' 5x01 Recap: "Checking In"

Un año más, la antología de terror creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk ha regresado, y lo ha hecho por primera vez sin la presencia de Jessica Lange, quien ya se había convertido en la seña de identidad de 'American Horror Story'. Tras casas encantadas, psiquiátricos, aquelarres y circos de los horrores, el lugar que sirve de centro de la quinta temporada y sobre el que se vertebrarán todas las tramas es el Hotel Cortez, un majestuoso y tétrico hotel de California que sirve como picadero y en el que sus principales clientes son yonkis.

Unas chicas suecas, de vacaciones en Estados Unidos, que son recibidas por la recepcionista Iris (Kathy Bates) sirven para descubrirnos que el Cortez no es simplemente un hotel de mala muerte con decoración retro, sino que en él pasan un conjunto de cosas raras.

Lady Gaga y Matt Bomer: vampiros en el Cortez

Entre desfiles de modelos por sus largos pasillos, una gran cantidad de traseros y un abuso de los videoclips, Ryan Murphy termina cayendo en algo que, hace cuatro años, aseguró que nunca haría: tener vampiros en 'American Horror Story'. Llámalo vampiro, llámalo chupasangre que sale de noche a por presas, pero o cierto es que los personajes de Lady Gaga (La Condesa) y Matt Bomer (Donovan), al igual que una legión de niños secuestrados, se alimentan de sangre humana.

"Checking In", con sus flashbacks, nos permite descubrir la relación que guardan distintos personajes de la ficción. Donovan, un drogadicto abducido por Sally (Sarah Paulson), llegó al Cortez en 1994 casi por accidente, para meterse una dosis junto a la chica. Impotente por encontrarse a su hijo muerto, Iris, una madre coraje creía que Sally era la culpable de todos los males y por ello decidió defenestrarla. Además, decidió quedarse en el hotel para así poder seguir viendo a su hijo, convertido en vampiro por la Condesa.

Ahora, 21 años después, Sally, que se mantiene igual que entonces y ni siquiera ha cambiado de vestuario, sigue rondando por el hotel, como si de la casa de Murder House se tratara, vengándose de los chulazos drogadictos que van allí a chutarse. Una de sus víctimas ha sido Max Greenfield, violado por la puerta de atrás por un extraño ser que habita en la habitación 64 y al que Sally sabe cómo controlar.

Wes Bentley, el policía atormentado

En la historia tampoco podía faltar la figura del policía, John Lowe, interpretado por Wes Bentley, un agente que parece destinado a casos muy crudos y duros de digerir. Obviando el SuperGlue, tras un par de extrañas llamadas y unos sueños quizá premonitorios de su hija, John termina haciendo las maletas para pasar una temporadita en el Cortez, del que no sabemos si conseguirá salir.

Casualmente, como siempre en esta serie, es en el Cortez donde también se hospeda Holden, un terrorífico niño-vampiro que, ¡sorpresa!, resulta ser el hijo de John, desaparecido hace ya cinco años en una feria. Obviamente la desaparición de su hijo, del que el policía se siente responsable, perjudicó gravemente a su matrimonio con Alex, con quien parece bastante distanciado.

Pero ahí no acaba el desfile de personajes por el hotel. Otros como Liz Taylor (Denis O'Hare) o la señora Evers (Mare Winningham) ya han sido presentados, aunque de forma muy breve. El primero, antiguo recepcionista del hotel, que, tras la llegada de Iris, parece haber quedado relegado a un segundo plano. La segunda, una criada que, resignada, se dedica a limpiar todas las atrocidades cometidas por los vampiros del Cortez.

Guiño a "Murder House"

También se nos ha presentado al personaje de Cheyenne Jackson, Will Drake, un magnate interesado en adquirir una planta del hotel, habitada actualmente por la Condesa y Donovan. Una historia en la que no falta el guiño a Murder House: la agente inmobiliaria encargada de enseñar el lugar no es otra que la que consiguió venderle la aterradora casa de espíritus a los Harmon. En su visita, Drake, acompañado de su hijo, se muestra fascinado. Por contra, el pequeño, un tanto atemorizado, acaba con una visita guiada de la mano de la Condesa; parece que la vampiresa ha encontrado a una nueva incorporación para su legión de niños diabólicos.

Por el momento, visto "Cheching In", no sabemos demasiado sobre las reglas del Cortez, salvo que, por lo que nos han dejado caer los relojes, el tiempo pasa de forma diferente en su interior. 'American Horror Story: Hotel' parece haberse convertido en una serie donde priman las escenas impactantes para lucimiento de sus actores, así como su estética, en detrimento de una historia y un guión fuertes y coherentes.

Habrá que esperar para ver si consigue encontrar el sentido de la historia y llegar a los niveles de "Asylum" y "Murder House", aunque parece complicado volver a los momentos de gloria de sus primeras temporadas.