Ana Fernández: "Ahora mismo no hay series como 'Los protegidos', son todas de sexo salvaje y true crime"

El universo de 'Los protegidos' no para de crecer. En la tercera temporada temporada de su regreso, 'Un nuevo poder', la ficción introduce personajes inéditos y despliega un misterio navideño que ya está en plena marcha en Atresplayer, pero eso no significa que deje de lado a los rostros que ya conocemos.

Como no podía ser de otra manera, los grandes emblemas de la serie están de vuelta y, entre ellos, nos encontramos de nuevo con Sandra, cuya relación con Culebra parece estar mucho más consolidada. No obstante, su vínculo con Dora no será tan sencillo, ya que tendrá que lidiar con la preadolescencia y otros desafíos sobre los que hemos podido hablar con Ana Fernández, que lleva asociada a la ficción de Atresmedia desde hace quince años.

Parece que la familia está muy unida en 'Un nuevo poder'. ¿Agradeces ese tono conciliador que encaja tan bien con la ambientación navideña?

Sí, aunque cuando estábamos grabándolo en julio a 40 grados en Madrid, la verdad es que estábamos todos un poco cagándonos en todo. Cada vez que nos ponían esos jerseys, esos abrigos... Era como, "Pero, ¿por qué? ¿Por qué se os ha ocurrido esto?". Pero ahora que estamos con el frío, y que además coincide con las vacaciones, ya estamos muy a gusto con toda esa trama navideña y familiar. Al final, todo el mundo está ya con ese espíritu.

Y en cuanto al tema emocional y familiar, creo que es lo más importante. De las últimas que hemos hecho, es la más emocional. Creo que es la que mejor está hecha y la que está mejor está dirigida, porque hemos tenido el privilegio y el lujazo de trabajar con Oriol Ferrer, que es un director absolutamente mítico de la televisión. Ha llegado a una serie que ya está hecha, que ya tiene unos personajes marcados y nos ha pillado a todos el punto para saber dirigirnos y estrujar muchas escenas que a lo mejor con otro tipo de director habría sido más de hacerlas y seguir adelante. Sin embargo, él en muchos momentos se ha parado y nos ha dicho, "Aunque no sea una escena muy larga o no sea muy crucial para la trama, vamos a sacar jugo". Y creo que lo ha conseguido con todos los actores de esta temporada, por eso le adoramos y queremos llevárnoslo a nuestra casa.

Entonces, ¿sientes que has podido profundizar un poco más en Sandra después de tanto tiempo con ella?

Sí, lo que he descubierto de Sandra esta temporada ha sido su faceta de madre. A día de hoy, yo todavía no soy mamá, aunque sí de seis perretes, pero es cierto que ya estoy en un punto de tener ganas de ser mamá, de reproducirme, de todo el mundo este de la maternidad y con muchas dudas. Y de repente cuando Carlos García Miranda, nuestro productor ejecutivo y guionista, nos mandó los primeros guiones, se veía la relación que tiene con su hija ya preadolescente, y yo pensaba "¿Y cómo abarco yo esto?". Todavía no soy madre, y menos de un adolescente, así que para mí ha sido un reto muy estimulante de preguntarme cómo afrontaría yo esa relación y los conflictos con una niña metida en la preadolescencia. Además, a Sandra hay que añadirle el punto protector que tiene debido a su miedo por lo mal que lo pasó cuando era adolescente, y su hija está repitiendo un poco el patrón de lo que ella vivió en el cole cuando era jovencita.

Ahí hay una especie de conflicto entre ellas, porque Dora está viviendo esas circunstancias, pero no tiene el mismo carácter que tiene Sandra. No es tan introvertida y no se avergüenza de sus poderes. En ese punto, entra la tercera pata, que es el personaje de Culebra como padre, ya que los tres tienen que lidiar con esta situación y con el carácter de Dora. En lo que respecta a Sandra, tiene que ponerse un poco el freno y ponerse límites también a sí misma para no repetir lo que no hizo bien.

Ella no deja de aprender en la temporada a través de su hija y a través de Culebra. Y a eso se añade el peligro, las misiones, los malos... Entonces, es gracioso porque pasan por situaciones muy coloquiales de la vida, pero ellos a la vez están rodeados de malos y de poderes. En esos momentos era cuando Oriol decía que podíamos encontrar la parte emocional de personas reales con problemas reales.

En el primer capítulo se da a entender que Sandra está embarazada, ¿cómo lidia con esa nueva realidad al mismo tiempo que tiene que gestionar los conflictos con Dora?

El tema del embarazo es algo que va a vivir esta temporada, pero no te voy a decir si está embarazada porque realmente durante el rodaje fue de máxima importancia que nadie se enterara. Todo era muy misterioso, no se podía subir nada. A mí me sorprendió mucho cuando Atresplayer subió al Instagram de 'Los protegidos' el clip donde supuestamente Dora le está leyendo la mente a su padre y dice que si va a tener un hermanito... Estaba todo muy cerradito en esa trama para que no se supiera, porque es una de las cosas más importantes que ocurren en esa temporada.

Así que me quedé un poco extrañada, aunque me imagino que obviamente lo han hecho a conciencia porque saben lo que quieren que sepa el público, pero yo, como intérprete, no desvelo si va a haber embarazo, si no lo va a haber, si va a haber bebé, si no lo va a haber... Es algo que va a vivir Sandra en la temporada y que se irá desvelando. Para mí ha sido muy heavy y precioso vivirlo como así, por lo que voy a seguir dejando un poco el misterio porque no es tan así como se pone en el clip.

¿De alguna forma se ha cerrado el círculo con Sandra en esta temporada o crees que hay mucho más que explorar en ella?

Ella ya es una mamá que por fin, después del sufrimiento que ha tenido durante tantas temporadas con sus poderes, se siente bien y siente que lo controla todo bien y que ha transformado su familia, que todo se ha resuelto con Culebra, que ya tiene su estructura y su hogar. En esta temporada se muestra una vida algo más normal. Previamente, se descubre que ha estudiado Psicología, que ella es psicóloga, y que con todo esto de A.D.N. no puede ejercer su profesión ni lo que ella ha estudiado. Esa es una parte que le puede frustrar un poco, pero obviamente es algo muy personal en ella, ya que hay otras prioridades por encima: su hija, su familia, los peligros, los malos, las misiones y el correr. No tendríamos que llamarnos 'Los protegidos', tendríamos que llamarnos 'Los perseguidos', porque siempre nos persiguen. Por tanto, esa es una parte que le puede frustrar un poco y que queda pendiente para el futuro y de cara a la larga vida que tiene 'Los protegidos'. Los guionistas tienen que dejar que Sandra pueda ser psicóloga tranquilamente.

La serie sigue viva después de quince años. ¿Sientes que 'Los protegidos' ha conectado con una nueva generación en este tiempo?

Sí, totalmente. Sobre todo ha conectado mucho con los hijos de esa generación que la vio en aquel momento y que era gente joven que ahora ya tiene 30 años y tienen hijos. Además, como actualmente no hay series familiares, porque todas son de sexo salvaje, adolescentes, drogas, true crime, asesinatos y asesinos en serie, entiendo que a lo mejor una pareja de 35 años que tiene dos niños y que quiere ver algo familiar, busquen algo bonito con lo que se vayan todos contentos a la cama... Pues 'Los protegidos', claro. Ahora mismo no hay una serie así. Por tanto, el hecho de que a día de hoy siga tan viva se debe a todo esto y también a que los valores que transmite la serie van más allá de los poderes.

Al final, los poderes y la fantasía son un extra que, en su momento, sirvieron para llamar la atención respecto a otras series y marcar el punto diferencial. Sin embargo, con el paso de los años nos hemos dado cuenta de que los poderes son algo secundario y que lo que realmente ha enganchado a la gente son las relaciones personales, los valores que transmite y toda la parte emocional de que sin ser necesariamente familia de sangre, o algunos sí, al final han creado una unión.

Y a 'Los protegidos' les queda mucha vida. Otra cosa es ya que coincidan los calendarios, los tiempos de las productoras y de la plataforma y que digan de volver. Da igual cuándo sea, en uno, dos o tres años, va a funcionar igual porque toda esa generación ya está esperando porque se lo pasan muy bien viéndolo. Es algo muy tierno y es una serie muy bonita. Creo que somos muy honrados en el sentido de que lo que hacemos con el dinero y los medios que se ponen en España, que no tienen nada que ver con los de Estados Unidos, es muy digno. Para el tiempo y el presupuesto que tenemos, cada departamento se estruja vivo para sacar lo mejor con lo que se les ha puesto sobre la mesa. Solamente puedo sentirme muy orgullosa de cómo lo sacamos y lo peleamos y, sobre todo, de lo digno que queda luego y lo que a la gente le gusta.