ANUNCIADA LA SENTENCIA

Condenan a diez meses de cárcel a Gustavo González y Diego Arrabal por fotografiar a Mariló Montero desnuda

Los excolaboradores de Telecinco, además, deberán suspender su actividad profesional durante diez meses y pagar una multa de seis euros al día durante ocho meses.

Mediaset España

Por Daniel Parra El 1 de Marzo 2024 | 13:39

Tras nueve años de juicio, la sentencia del caso de Mariló Montero contra Diego Arrabal y Gustavo González ha sido publicada en la tarde del jueves 29 de febrero. Los paparazzis han sido condenados a diez meses de cárcel tras ser declarados culpables de un delito de revelación de secretos. La sentencia les señala como responsables de intentar vulnerar el derecho a la intimidad de la presentadora, por las fotografías en las que Montero aparece desnuda en un balcón de un hotel en Bora Bora en 2015.

Además, los excolaboradores de Telecinco tendrán prohibido continuar con su actividad profesional como fotógrafos durante diez meses, y deberán pagar una multa de seis euros al día durante ocho meses. Montero pedía seis años de prisión y una indemnización de 265.000 euros, tal y como recoge la información de El Español.

Mariló Montero en 'Plano general'

Según la sentencia, las fotografías podrían haber sido tomadas "mediante un potente teleobjetivo desde una embarcación", o "desde uno de los bungalós del mismo complejo hotelero". "Uno de ellos fue reservado por la sociedad DIEGUS, S.L., un día antes de la llegada de la querellada", dicta el escrito, señalando a la empresa de Arrabal y González. Montero siempre ha sostenido que nadie más, aparte de ella misma, su asistente personal y la directora de la agencia de viajes, sabía donde iba a pasar aquellas vacaciones en Semana Santa. Además, el auto sostiene que las fotografías fueron ofrecidas a Lecturas para su publicación, siendo rechazadas por su director, Luis Pliego, que entendió que no eran publicables.

José Muro, representante de la presentadora, habría advertido que la publicación de las imágenes, que nunca llego a darse, suponía un "acto ilícito". Montero insiste en que, a pesar de que las fotos no salieron a a la luz, fueron pasando "de mano en mano" por las redacciones. Además, la sentencia añade que esa no fue la primera vez que González y Arrabal intentaron "entrar en ámbito de la más estricta intimidad de la querellante con la intención de airearlo y lucrarse con su comercialización": "Desde finales del 2014 al mes de abril del 2015, fue objeto un seguimiento, casi obsesivo". Los abogados de Montero han agradecido a la Justicia, señalando su caso como "un antes y un después": "Consideran es un paso muy importante para atajar una actuación de los llamados paparazzi, que vulnera el derecho a la intimidad de forma inadmisible".

"Es un atentado a la libertad de prensa"

"La periodista, Sra. Montero, celebra esta sentencia que crea un importante antecedente para prevenir futuros casos y para evitar que este tipo de situaciones se vuelvan a repetir", añade el comunicado del despacho de abogados de la presentadora de televisión. Por su parte, tanto Arrabal como González han dejado claro que intentarán recurrir la sentencia, agarrándose a que la Audiencia Provincial de Barcelona no ha podido demostrar que fuesen ellos quienes encargaron la obtención de las imágenes: "Lo que no puede negarse es que eran conscientes de la ilicitud de su obtención y de que esta suponía una clara vulneración del derecho a la intimidad".

Arrabal aseguró en su cuenta de X que ha dejado de creer en la Justicia: "Me avisaron hace unos cuantos años: 'Dieguito van a por ti'. Me venía de muy buena fuente. Hoy se confirma, me quieren destruir. (Quien tiene padrino, se bautiza)". posteriormente, en su canal de Youtube, dejó claro que no entiende que "tres magistrados de una Audiencia Provincial puedan afirmar tantas cosas sin que esté demostrado". "No sé qué palos he tocado para que vayan a por mí", añadió. González, por su parte, fue entrevistado por La Vanguardia, y afirmó que no da crédito a la sentencia: "No dice que fuimos los autores de las fotos y nos cae la condena más dura que haya existido en esta profesión". "Esta sentencia es un atentado a la libertad de prensa. No tiene pies ni cabeza", comentó.